Europa bajo fuego cruzado | Perfil

El escenario geopolítico se ha vuelto vertiginoso y áspero para todos pero pocas regiones como Europa sienten con más rigor la combinación de amenazas de las que parecía a salvo: desde la militar de Rusia, pasando por la económica de China y ahora la política, desde su mejor aliado por décadas, Estados Unidos.
La nueva Estrategia Nacional de Seguridad (NSS), en la que Estados Unidos traza sus grandes objetivos geopolíticos, ajusta el tenor de la rivalidad con China y alienta un equilibrio con Rusia, elogiado por Moscú. Valida así un mundo de “esferas de influencia” en la que Washington pone a toda América bajo la Doctrina Monroe.
¿Y Europa? Donald Trump la ve “decadente” y “débil”. Según la NSS, camina hacia la “desaparición de su civilización” por las nuevas corrientes migratorias y vive “asfixiada” por las normas de la Unión Europea (UE), y esa trayectoria sólo la pueden “corregir” los partidos “patrióticos” de derecha que persiguen, tal como le replicó el diplomático Josep Borrell, “una Europa blanca dividida en naciones”.
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Este 2025 fue el año en que la UE vio cerrarse definitivamente tres “paraguas” que lo protegían hace tiempo, como nos explicó el último embajador de la UE en Argentina, Amador Sánchez Rico: el de la seguridad estadounidense, el del abastecimiento de energía rusa y el del mercado comercial de China.
La UE se desconectará totalmente de la energía rusa en 2027, pero ahora Trump la presiona en la OTAN y la suma a su “guerra cultural” con el mismo ánimo injerencista que hacia América Latina. Para completar, el presidente Emmanuel Macron viajó de París a Beijing a pedirle a Xi Jinping que China deje de inundar la UE con bienes baratos que vuelven insostenible la producción europea.
El fuego cruzado que soporta el proyecto común europeo, durante mucho tiempo fuente de inspiración para los latinoamericanos, es otra demostración de lo difícil que será mantener la autonomía en esta transición hacia un nuevo orden mundial.
