Dicen que en Telefe nadie entendió nada. Santiago del Moro, que hoy no forma parte activa de la programación del canal, habría decidido clausurar su camarín y llevarse la llave a su casa. La situación, tan insólita como tensa, generó murmullos entre productores y técnicos. Según se supo, el espacio del conductor quedó inaccesible para todos, aunque él no pisa los estudios hace meses.

El periodista Luis Bremer contó el episodio en A la Tarde y no se guardó nada. “Cuando llega una figura nueva a Telefe, lo primero que dice es: ‘Yo quiero el camarín grande, no me des esa guardilla de uno por uno y sin baño’”, relató con picardía. Y agregó con ironía: “Por contrato, algunos piden las mismas condiciones que Mario Pergolini: camarín con huella digital. El único que puede entrar ahí es él”.

En el panel, la sorpresa fue generalizada. “Pero chicos, ¿qué guardan ahí? Si Pergolini tiene tres sacos y una remera negra”, lanzó entre risas uno de los panelistas, intentando bajarle el tono al escándalo. Sin embargo, la charla subió de temperatura cuando empezaron a hablar del verdadero protagonista del asunto. “No es un histórico del canal, no tanto… pero tiene trato de figura estrella”, deslizó Bremer, dejando entrever que la actitud del conductor generó más de una molestia entre sus compañeros.

Algunos recordaron que, hasta hace no mucho, el presentador se caracterizaba por su bajo perfil. “El camarín de Del Moro era súper humilde, nada ostentoso”, contaron en el ciclo. Pero eso parece haber quedado atrás: “Ahora tiene un espacio enorme y lleno de ropa de marca. Él invierte en su vestuario, eso es cierto, no anda pidiendo prestado”, remarcaron entre comentarios filosos.

EL ESCÁNDALO QUE ARMÓ SANTIAGO DEL MORO EN TELEFE

Detrás de cámara, varios empleados del canal admiten que el gesto fue tomado como una provocación. El hecho de cerrar el camarín y llevarse la llave cuando ni siquiera está al aire dejó a muchos desconcertados. “Hay tres figuras en Telefe con la misma jerarquía, pero ese es el camarín de la estrella, con todas sus cosas carísimas, y nadie puede tocar nada”, insistieron en el programa.

El cierre del informe no dejó lugar a dudas. “Del Moro tenía cuatro o cinco propuestas para volver a trabajar, pero ese camarín no se toca. Propongo que lo dejen como la botica del ángel: un santuario para las figuras de Telefe”, lanzó Bremer, con el mismo tono picante con el que destapó una interna que promete seguir dando que hablar.