Gladys Jiménez, conocida como La Bomba Tucumana, presentó oficialmente su proyecto gastronómico que comenzó como un sueño personal y hoy avanza hacia la expansión con franquicias. “Quería traer la verdadera empanada tucumana a Buenos Aires”, contó emocionada.

La cantante se metió de lleno en el mundo de la gastronomía y apuesta fuerte con su marca “La Bomba. Empanadas tucumanas”, un emprendimiento que nació en familia y que ya cuenta con locales en Recoleta y Belgrano. Ahora, el proyecto se prepara para crecer bajo el modelo de franquicias.

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“La verdadera empanada tucumana”

Gladys recuerda que su amor por la cocina comenzó desde niña, acompañando a su madre en un horno de barro en su casa de Tucumán. Hoy, ese espíritu artesanal se mantiene: las empanadas son fabricadas en la provincia, trasladadas en camiones refrigerados a Buenos Aires y horneadas en cada local.

“Son hechas a mano, con sus 13 repulgues como corresponde, y se comen con un toque de limón. Esta es una verdadera empanada tucumana”, destacó la artista.

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El salto a las franquicias

Con más de 12 variedades en su carta –desde la clásica de carne hasta combinaciones como hongos al Malbec o ternera y queso– la marca dio un paso más: el lanzamiento de franquicias con una inversión inicial desde 60.500 dólares y locales a partir de 25 metros cuadrados.

La fábrica en San Miguel de Tucumán emplea a 32 personas y produce unas 80.000 empanadas por mes. “Es un proyecto familiar hecho con amor y sacrificio. Estoy feliz de cumplir este sueño y de honrar a mi esposo que me apoyó en todo”, expresó Gladys.

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Una sociedad con historia gastronómica

En el camino, la cantante se asoció con Marcela, tercera generación de una familia ligada a la cocina desde hace más de 50 años. “Ella con la popularidad y yo con la experiencia gastronómica. Fue una fusión natural”, contó su socia.

Fuente: LA NACION