En pleno Mercurio retrógrado: el poderoso ritual para limpiar energías y abrir caminos
Cuando escuchamos hablar de Mercurio retrógrado, lo primero que se nos viene a la mente son problemas de comunicación, malentendidos, retrasos, fallas tecnológicas y contratos que no salen como se esperaba. Sin embargo, desde la mirada espiritual, este fenómeno no es solo un período de obstáculos: también es una invitación al silencio, a la introspección y a la limpieza energética.
En lugar de resistirlo o temerle, muchas personas eligen utilizar esta etapa para revisar lo que ya no funciona en sus vidas, cerrar ciclos pendientes y reordenar pensamientos, emociones y vínculos. Y es justamente ahí donde entra en juego este ritual, considerado uno de los más poderosos para realizar durante Mercurio retrógrado.
Este momento del año nos pide ir más lento, observar con mayor claridad, escuchar nuestra intuición y prestar atención a los mensajes sutiles que el universo nos envía. El ritual no solo ayuda a limpiar la energía estancada, sino también a abrir caminos nuevos que quizás antes no podíamos ver con tanta claridad.
Qué vas a necesitar:
- Una vela blanca
- Un papel y una lapicera
- Un vaso con agua
- Un sahumerio, palo santo o incienso (opcional)
- Un espacio tranquilo donde no seas interrumpido/a
Lo ideal es realizar este ritual en un momento de calma, por la noche o al atardecer, cuando la energía del día comienza a bajar. Buscá un lugar en tu casa que te resulte cómodo y silencioso. Podés acompañar el ambiente con una música suave o simplemente quedarte en silencio.
Primero, encendé la vela blanca. Esta representa la claridad, la protección y la verdad. Mirá su llama durante unos segundos y enfocá tu intención en la limpieza y en la apertura de nuevos caminos.
Luego, tomá el papel y escribí todo lo que quieras soltar: pensamientos negativos, relaciones que ya no suman, situaciones que te generan angustia, miedos o trabas. Sé sincero/a con vos mismo/a. No hace falta que alguien más lo vea: es un acto totalmente personal.
Una vez que hayas terminado de escribir, leé en voz alta lo que anotaste y, con cada palabra, imaginá cómo esas energías comienzan a despegarse de tu vida. Después, con cuidado, quemá ese papel en una esquina segura (podés usar un recipiente resistente al fuego) y dejá que se consuma por completo.
Mientras el papel se quema, repetí en voz alta o en tu mente esta intención: “Libero todo lo que ya no vibra en armonía conmigo y abro caminos a nuevas oportunidades, claridad y bienestar.”
Luego, agarrá el vaso con agua y tomalo de un sorbo. El agua simboliza la renovación y la purificación. Sentí cómo una energía nueva y más liviana comienza a recorrer tu cuerpo.
Si tenés sahumerio o palo santo, pasalo por tus manos, tu cabeza y alrededor de tu cuerpo para sellar el ritual, limpiando cualquier resto de energía densa que haya quedado.
Este ritual no es mágico en el sentido literal, pero sí es profundamente transformador cuando se hace con intención, conciencia y conexión interna. Durante Mercurio retrógrado, nos vemos obligados a frenar y revisar, y esa pausa, bien utilizada, puede convertirse en un antes y un después en nuestra vida.
Lejos de temerle a este tránsito planetario, tal vez sea el momento perfecto para escucharte, ordenar tus pensamientos y permitir que nuevos caminos comiencen a abrirse frente a vos.
