La llegada de una masa de aire polar puso en guardia a la población de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Según el SMN, la sensación térmica podría descender hasta 1°C en zonas del interior bonaerense, mientras que en la capital las mínimas estimadas rondan los 7 u 8 grados.

Esta ola polar, que anticipa días fríos y húmedos, exige cuidados especiales para los sectores más vulnerables: adultos mayores, chicos y personas con enfermedades respiratorias.

El lunes hubo un arranco muy fresco, pero el pico frío se registrará este martes, cuando los vientos del sur descargarán en la provincia de Buenos Aires provocando bajas temperaturas y sensaciones térmicas extremas.A pesar de que se prevén días soleados hacia el final de la semana, la clave está en el arranque: el jueves y viernes podrían presentarse alivios con máximas que subirán hacia los 18 y 21 grados.

Las zonas más afectadas incluyen el sur y el conurbano bonaerense, con alertas vigentes por frío y viento. En algunos distritos del Gran Buenos Aires la mínima sentida podría ubicarse bajo cero, debido a la combinación de frío, humedad y viento.

En capital, aunque no se espera un descenso tan extremo, la baja de temperatura ya elimina cualquier vestigio de la “falsa primavera” que se vivía días atrás. Ante este escenario, el SMN recomienda abrigarse bien (varias capas de ropa liviana), evitar cambios bruscos de temperatura, proteger a niños y adultos mayores, y mantenerse informado sobre posibles alertas.

LA OLA POLAR QUE SE VIVE EN BUENOS AIRES Y CABA

Asimismo, es clave tener precaución en espacios abiertos y al exponerse al viento, ya que la sensación térmica agrava el efecto del frío real. Para quienes aún no migraron a prendas invernales: es momento de sacar el abrigo pesado, bufanda y guantes del placard.

Con temperaturas que podrían estar entre 1 y 8 grados al amanecer, más el viento, es un combo que no hay que subestimar. Y si bien hacia el fin de la semana se espera un repunte cálido, esos primeros días helados pueden dejar huella… y nieve o escarcha podrían aparecer en zonas del sur bonaerense, algo poco habitual en esta época.

En definitiva, Buenos Aires enfrenta otra jornada fría que obliga a prepararse. Más allá de la moda o el glamour, el frío no hace distinciones: todos deben cuidarse y estar atentos al pronóstico.