El saludo de cumpleaños de Juliana Awada a su ex, el falso conde Bruno Barbier
“Happy Birthday, Brunito”, fue el saludo cumpleañero que Juliana Awada envió a su ex cónyuge, Bruno Laurent Philippe Barbier, en un story de Instagram. En su cuenta personal, que mantiene con suma prolijidad y dedicación, la ex Primera Dama compartió una imagen del millonario belga junto con Valentina, la hija que ellos tienen en común.
Oriundo de Bélgica, pero residente en Mónaco, Barbier es considerado un aristócrata de bajo perfil, de hecho suele mantenerse muy alejado de los paparazzi europeos y de las publicaciones de celebridades. En la actualidad, se encuentra casado con Charlotte Barbotin-Larrieu y suele visitar cada tanto su exclusiva residencia vacacional de Maldonado, muy cerca de Punta del Este.

La relación entre el europeo y el expresidente argentino es de mutua cordialidad, aunque no siempre fue así. Un dato muy curioso, según cuenta el periodista Franco Lindner en “Juliana”, la biografía no autorizada de la ex Primera Dama, la tensión entre Barbier y Macri estaba relacionada con “fechas que no cierran” entre una y otra relación. “Si hay que guiarse por los datos oficiales, y no por las justificaciones de quienes manipulan fechas para disimular la desprolijidad de todo el asunto, lo cierto es que Barbier y Awada aún seguían siendo una pareja en diciembre de 2009”, año en el que se inicia la relación con Macri, según cuenta el periodista.
La familia Barbier es heredera del grupo Vandermoortele, una empresa belga especializada en productos alimenticios que nació a finales del siglo XIX y se hizo grande en la primera posguerra, vendiéndoles alimentos al resto de Europa y el mundo. Esta compañía, que comenzó produciendo aceite, es una de las más grandes de la región y está valuada en 387 millones de euros.

Elsa Esther “Pomi” Beker, madre de Juliana Awada, solía jactarse con sus amigas del novio “conde” que tenía Juliana que, en realidad, nunca lo fue, título nobiliario que tampoco él se ocupó de desmentir. Más allá de lo anecdotico en cuanto descendencia, el español afrancesado, junto a su aspecto siempre impecable y su imagen de hombre de mundo, encantó al jet set local. Con los años, logró construir grandes amistades como Karina Rabollini y los hermanos Roemmers.
Otro amorío argentino del supuesto conde fue Viviana Canosa. La periodista habría atravesado el mismo proceso con él, tanto que durante su relación abandonó el rojo furioso de su cabello que la había caracterizado por tantos años para tener un toque más de sofisticación en el make up y el estilismo. Los famosos que conocieron al magnate aseguran que todo lo que se vincula lo nivela para arriba.

