El Papa León XIV pidió “no acostumbrarse a la guerra” y llamó a la comunidad internacional a reconstruir la paz
El papa León XIV lanzó este domingo un llamado urgente a la conciencia global tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro. Frente a miles de fieles, el Pontífice instó a no resignarse ante la violencia, en un contexto internacional marcado por conflictos prolongados, atentados y crisis humanitarias. “No podemos acostumbrarnos a la guerra y la destrucción”, advirtió, una frase que buscó abarcar “al mundo entero, con sus diversas heridas, pero unidos por un dolor común”.
Tras la oración mariana, retomó su catequesis para subrayar la persecución y discriminación religiosa que persiste en distintas regiones. Mencionó casos en Bangladesh, Nigeria, Mozambique y Sudán, donde continúan los ataques contra comunidades y lugares de culto. “Dios es un Padre misericordioso y desea la paz entre todos sus hijos”, sostuvo.

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Ataque en Kivu del Norte y violencia en África
El mensaje papal se detuvo especialmente en la República Democrática del Congo, donde un reciente atentado en Kivu del Norte volvió a exponer la violencia que azota a poblaciones enteras. León XIV recordó que miembros de las ADF (Fuerzas Democráticas Aliadas) atacaron un centro de salud diocesano en Byambwe, dirigido por monjas. “Decenas de mujeres fueron asesinadas en la maternidad, y la devastación continuó en el pueblo”, lamentó. Y pidió orar para que “cese toda la violencia y los creyentes trabajen juntos por el bien común”.
Ucrania, bajo nuevos bombardeos
El Papa también dirigió un mensaje a Ucrania, donde continúan los ataques rusos. Mencionó el bombardeo que se registró entre el jueves y el viernes en Kiev y subrayó que los ataques “no perdonan a los niños y causan graves daños a la infraestructura civil”, dejando a muchas familias sin hogar en pleno invierno europeo. Desde Roma, reiteró:
“Oremos juntos por una paz justa y estable en la martirizada Ucrania”.
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Solidaridad con Perú tras la tragedia vial
El Papa León XIV dedicó un tramo de su mensaje a la grave tragedia ocurrida en la región de Arequipa, donde un autobús que circulaba por la carretera Panamericana Sur, cerca de Ocoña, cayó a un barranco y provocó la muerte de 37 personas y dejó más de dos decenas de heridos. El vehículo pertenecía a la empresa Llamosas, que realizaba un trayecto habitual en la zona, una de las más riesgosas por la combinación de curvas pronunciadas, altura y condiciones precarias de la ruta.
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Según reportes locales, el accidente se produjo tras un choque con una camioneta, lo que desató la caída del micro hacia el acantilado. Equipos de rescate, bomberos y brigadas policiales trabajaron durante horas para recuperar los cuerpos y asistir a los sobrevivientes, varios de ellos trasladados de urgencia a centros médicos de Camaná y Arequipa capital por politraumatismos graves.
Durante el cierre del Ángelus, el Pontífice expresó su cercanía con las víctimas y sus familias: “Que el Señor acoja a los fallecidos, fortalezca a los heridos y consuele a las familias en duelo”. También extendió su solidaridad al país, que enfrenta en los últimos meses una serie de siniestros viales vinculados a las malas condiciones de infraestructura y a la falta de controles en rutas de alta peligrosidad.
La paz, un pedido global
El llamado de León XIV se suma a una serie de intervenciones recientes en las que el Pontífice insiste en recuperar una ética internacional basada en el diálogo, la protección de la vida y la justicia humanitaria. En un escenario atravesado por la prolongación de guerras, el avance del extremismo y la normalización del sufrimiento, la Santa Sede busca reposicionar su voz como alerta moral frente a una comunidad global cada vez más habituada al conflicto.
El mensaje de este domingo recuperó esa línea: un reclamo para que la comunidad internacional recupere la capacidad de conmoverse, detener la violencia y reconstruir la paz.
GD.
