El papa León XIV, recientemente elegido como el 267º pontífice de la Iglesia Católica, dejó en claro su postura sobre la familia durante su primer discurso ante los representantes diplomáticos acreditados en la Santa Sede. Afirmó que “la familia se funda en la unión estable entre el hombre y la mujer”, una definición que, si bien no difiere de la doctrina oficial del Vaticano, fue interpretada como una señal de que no habrá concesiones en este punto.

El pontífice también instó a los gobiernos a trabajar en la construcción de sociedades civiles armónicas y pacíficas, destacando que esto puede lograrse “sobre todo invirtiendo en la familia“.

Además, León XIV enfatizó la importancia de proteger la dignidad de los más vulnerables, incluyendo a los no nacidos y los ancianos, reafirmando la postura de la Iglesia contra el aborto y la eutanasia.

Estas declaraciones marcan una continuidad con la doctrina católica tradicional y delinean el perfil del nuevo Papa, quien, si bien mostró una vocación diplomática activa, mantiene una firmeza doctrinal en temas como la familia y la vida humana.