El método de Alberto Cormillot para desafiar la edad
A los 86 años, Alberto Cormillot sigue siendo un referente indiscutido en el ámbito de la salud, la nutrición y el bienestar en Argentina. Médico, docente, divulgador y padre de un niño pequeño, su vitalidad sorprende y genera admiración. En una reciente entrevista en el programa “Nadie dice nada” de Nico Occhiato, transmitido por Luzu TV, Cormillot compartió con franqueza y humor los hábitos, rutinas y filosofía de vida que lo mantienen activo y feliz.
Lejos de los estereotipos que asocian la vejez con el retiro y el deterioro, Alberto Cormillot se presenta como un ejemplo de cómo el paso del tiempo puede vivirse con plenitud. Su día comienza a las 4 de la madrugada, cuando se levanta para participar en su espacio radial.

Luego, trabaja en su clínica médica hasta media tarde, y dos veces por semana asiste a las carreras universitarias que dirige. Los jueves, se reserva un momento especial: busca a su hijo Emilio en el jardín y lo lleva a la plaza. “Compartir tiempo con la familia es parte de mi bienestar”, afirmó.
Uno de los pilares fundamentales de su rutina es el descanso. Cormillot cena temprano, alrededor de las 19 horas, y a las 21:30 ya está en la cama. “Cuido el descanso porque sé que es fundamental”, explicó. Para él, evitar el agotamiento es tan importante como alimentarse bien o hacer ejercicio.

Esta visión integral del bienestar lo lleva a priorizar el equilibrio en todos los aspectos de su vida. En cuanto a la alimentación, el médico se aleja de los dogmatismos. “Yo puedo comer cualquier cosa en cualquier momento”, dijo, pero aclaró que la clave está en la moderación.
Su desayuno incluye huevo poché, batido con leche probiótica, queso magro, dulce de leche y jugo de frutas. En la radio suele tomar yogur, y antes de sus apariciones televisivas, come huevo y queso. El almuerzo es liviano: ensalada de frutas con frutos secos y bastones de queso. La cena, también equilibrada, puede incluir una milanesa pequeña, papas fritas en porción moderada y abundante ensalada.
Detalles
Un detalle curioso y revelador de su filosofía es su forma de disfrutar el postre. Todas las noches come una pequeña porción de helado, congelado a propósito. “Te da más trabajo con la cuchara y me entretengo más comiéndolo”, confesó, mostrando cómo incluso en lo cotidiano encuentra formas de disfrutar sin excesos.
Cormillot también habló sobre cómo enfrenta los dolores físicos, que para él no son señales de descanso, sino de acción. “¿Te duele la rodilla? Fortalecela. ¿La columna? Hacé abdominales”, recomendó. Esta actitud proactiva ante el envejecimiento refleja su convicción de que el cuerpo puede mantenerse funcional si se lo cuida y se lo entrena con inteligencia.
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