Yanina Latorre vive expuesta a todo tipo de situaciones gracias a su rol como panelista, figura mediática y una de las voces más fuertes del espectáculo argentino. Pero pocas veces enfrentó un momento tan insólito como el que relató en su programa en El Observador, donde dejó en claro que, aún acostumbrada a lidiar con fans, haters y pedidos constantes, esta vez la sorprendieron de verdad.

Según contó, todo comenzó cuando llegó a la puerta del canal. Allí la esperaba una joven que, con total naturalidad, le dijo: “¿Te acordás de mí?” Yanina confesó que, por educación, siempre responde que sí a ese tipo de preguntas, aunque no reconozca a la persona. “No quiero que el otro se sienta mal”, explicó.

Lo que no imaginaba era que ese simple “sí” iba a desencadenar un episodio casi surrealista. La chica, de unos 20 años, se presentó como “la nena del cerebro”, lo que desconcertó por completo a Yanina. Creyendo que podía tratarse de un problema de salud, decidió invitarla a pasar y permitirle ver el programa en vivo desde el estudio.

Hasta ahí, todo parecía dentro de lo normal. Sin embargo, cuando terminó la emisión, la situación dio un giro inesperado. La joven se le acercó nerviosa y le dijo: “Quiero hablar con vos”. Yanina pensó que era para pedir una foto, pero la charla tomó un tono cada vez más confuso: le exigía “el programa del mapeo cerebral y las vacunas del CONICET” que supuestamente Yanina le había prometido por computadora.

Latorre quedó completamente descolocada. “Yo ni computadora tengo”, aclaró en el relato. Según ella, alguien podría haber suplantado su identidad, o bien la chica había fantaseado esa conversación. “Me decía que yo trabajaba en el CONICET en secreto. ¡Una locura total!”, recordó entre risas nerviosas.

El episodio escaló cuando la joven empezó a reprocharle, asegurando que Yanina la había “traído engañada”. Incluso mencionó que habían sido presentadas por Malena Pichot, algo que tampoco era real. “Ahí ya estaba todo perdido”, agregó la panelista.

El productor del programa intervino rápidamente para contener la situación y acompañar a la chica a la salida, aunque se fue molesta. En contraste con ese mal momento, Yanina también contó una historia opuesta: cómo ayuda a personas que verdaderamente la necesitan.

Relató el caso de una madre cuyo hijo de 13 años tiene una enfermedad grave y que le había pedido videomensajes de jugadores de la Selección Argentina. Yanina movió cielo y tierra y consiguió videos de Messi, Di María y Leandro Paredes, emocionando al nene y a su familia.

Esta diferencia entre las situaciones marcó la reflexión final de Yanina: “Yo trato de ayudar siempre que puedo, pero lo de esta chica fue otra cosa. Una fantasía total.”