El príncipe Guillermo de Gales se mostró como nunca antes. En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la familia real británica difundió un video que rápidamente se volvió viral, en el que el heredero al trono aparece profundamente conmovido hasta las lágrimas.

El clip, que fue compartido por las cuentas oficiales del Palacio de Kensington, muestra al príncipe escuchando el testimonio de Rhian Manning, una mujer que perdió a su hijo de tan solo un año y días después, a su esposo, quien se quitó la vida al no poder soportar el dolor.

Mientras la mujer relataba su historia de resiliencia y duelo, las cámaras captaron el rostro del príncipe Guillermo, visiblemente emocionado y con los ojos llenos de lágrimas. Lejos del protocolo y la formalidad que suelen acompañar a los miembros de la realeza, el video exhibe una faceta mucho más humana y empática del futuro rey del Reino Unido.

El video forma parte de una campaña impulsada por la realeza británica para visibilizar la importancia de hablar sobre la salud mental y fomentar la empatía en momentos de crisis emocional. En su intervención, Guillermo destacó el valor de pedir ayuda y acompañar a quienes atraviesan situaciones de pérdida o depresión.

“Nadie debería enfrentar el dolor solo. Escuchar, estar presente y compartir el sufrimiento puede salvar vidas”, expresó el príncipe, quien junto a Kate Middleton lleva adelante distintas iniciativas de salud mental a través de la fundación Heads Together.

Las redes sociales se inundaron de mensajes de admiración y apoyo. Miles de usuarios celebraron que un miembro de la monarquía británica mostrara su vulnerabilidad de manera tan abierta. “Ver al príncipe Guillermo llorar nos recuerda que todos somos humanos, sin importar el título”, escribió un seguidor en X (Twitter).

El momento no solo generó empatía entre el público, sino que también marcó un contraste con la imagen tradicionalmente rígida de la realeza. En tiempos donde la salud mental gana espacio en la conversación pública, la actitud del príncipe fue leída como una señal de cercanía y sensibilidad.

Detrás de la emoción de Guillermo también hay una historia personal: la muerte de su madre, la princesa Diana, en 1997, marcó profundamente su vida. En distintas entrevistas, el príncipe confesó que esa pérdida lo llevó a replantearse el modo en que se aborda el dolor dentro de la familia real.

Hoy, convertido en padre de tres hijos, busca romper con los silencios y alentar a nuevas generaciones a hablar abiertamente de sus emociones. El video, que ya fue reproducido millones de veces, se convirtió en uno de los momentos más sinceros y conmovedores de la historia reciente de la monarquía británica.