River Plate quedó eliminado de la Copa Argentina tras caer por penales ante Independiente Rivadavia y Marcelo Gallardo enfrentó a la prensa con un tono inusualmente tenso. Sin aceptar preguntas y visiblemente molesto, el técnico del Millonario ofreció un discurso breve, pero explosivo.

“No cabe otra que aceptar y abrazar este momento de mierda, porque te tenés que hacer cargo, no te podés desprender. El equipo no encuentra frescura ni creatividad. Cuando suceden estas cosas, vivís un momento como este”, arrancó el Muñeco, que no ocultó su enojo por el rendimiento de su plantel.

“El fútbol es así: cuando ganás, están todos; cuando perdés, no está nadie” lanzó. En su análisis, Gallardo se mostró autocrítico y dejó entrever que el clima puertas adentro no es el mejor. “En este momento de mierda, acá afuera, no habrá alguien para darte un abrazo», siguió.

«Nadie te va a esperar para llevarte de la mano a algún lugar. Tenemos que entender que posiblemente tendremos que atravesarlo solos, porque el fútbol es así: cuando ganás, están todos, y cuando perdés, no está nadie”, declaró con crudeza.

La frase, que rápidamente se volvió viral, refleja el desgaste que atraviesa el entrenador en una temporada que no salió como esperaba. River quedó afuera de la Copa Libertadores y ahora también de la Copa Argentina, por lo que solo le queda el torneo local como consuelo y última oportunidad de cerrar el año con una alegría.

Más allá del mal momento deportivo, lo que más llamó la atención fue la declaración final del DT: “Veremos cómo terminamos el año. Analizaremos al final de la temporada y después tomaremos las decisiones que tengamos que tomar.”

Esa frase encendió las alarmas en Núñez y abrió la incógnita sobre su continuidad. Si bien Gallardo aún tiene contrato, el desgaste emocional parece evidente y el propio entrenador reconoció que este tramo final será clave para definir su futuro.

A pesar de su discurso pesimista, Gallardo no estuvo completamente solo. Jorge Brito, presidente de River, lo esperó en el túnel del estadio Mario Alberto Kempes para darle un abrazo antes de que el plantel se subiera al micro. El gesto no pasó desapercibido entre los hinchas, que interpretaron el mensaje como una señal de apoyo.

Ahora, con el ánimo golpeado y la presión al máximo, River deberá enfocarse en el campeonato local, su única vía para salvar el año y volver a meterse en la Libertadores 2026. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro de Gallardo sigue creciendo.