El hijo de Florencia Peña habló del rastreo con su novio y del hate en redes
En tiempos donde las redes sociales amplifican cada palabra y cada gesto, Juan Otero, hijo de la actriz Florencia Peña, se convirtió en el centro de una polémica que lo llevó a responder con firmeza y sinceridad.
El hijo de Florencia Peña, que se ha ganado notoriedad por su participación en el mundo del espectáculo y por su presencia en plataformas digitales, fue duramente criticado luego de confesar que junto a su novio, Mateo Lofeudo, utilizan una aplicación para rastrearse mutuamente en el celular.
La revelación, que surgió en una entrevista con el Pollo Álvarez para el ciclo Casino Resort, generó una ola de comentarios en redes sociales. Algunos usuarios lo tildaron de “tóxico”, otros cuestionaron su vínculo sentimental, y muchos se mostraron preocupados por lo que consideraron una invasión a la privacidad.
Sin embargo, Juan no se quedó callado. En una charla con Andy Kusnetzoff en Perros de la Calle (Urbana Play), respondió con contundencia: “Las críticas me chupan un huevo. No me importa lo que diga la gente. Mucho de esto viene también porque soy hijo de Florencia Peña”.
Todo comenzó cuando Juan Otero habló abiertamente sobre su relación con Mateo Lofeudo. En tono relajado y sin filtros, contó que ambos tienen instalada una aplicación que les permite saber en tiempo real dónde está el otro, si está caminando, en auto, comiendo o cargando el teléfono. “Yo quiero tener la tranquilidad de saber que está en su casa o que está trabajando.
O sea, cuando sale del trabajo y no vuelve a su casa. ¿Qué es lo que hace? ¡Yo tengo que saber qué hace!”, explicó. Además, reconoció que su vínculo tiene rasgos de control y dependencia emocional: “Yo soy la persona más tóxica del mundo. Pero igual él también es un poco tóxico. Él aprendió a ser tóxico por mí. Él no era tóxico… Un bajón, lo re enfermé. Estoy re chiflado”, dijo entre risas, aunque con una honestidad que sorprendió a muchos.
La respuesta al hate y la autocrítica
Las declaraciones de Juan se viralizaron rápidamente, y no tardaron en llegar los comentarios negativos. Muchos usuarios lo invitaron a “ir al psicólogo”, otros lo acusaron de fomentar relaciones insanas, y algunos incluso lo atacaron por su orientación sexual y por ser hijo de una figura pública.
Ante este escenario, Juan decidió enfrentar las críticas con madurez y reflexión. “Lo primero que siempre me fijo es el por qué me critican y si es una crítica vacía, y si no es algo constructivo para mi persona, no la tomo”, explicó en la entrevista con Kusnetzoff.
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