El experimento del volcán: nueva tragedia en un colegio de Palermo
Una explosión durante un experimento de química en el Colegio Guadalupe de Palermo dejó cinco estudiantes heridos, dos en estado crítico, el martes por la tarde. El accidente, ocurrido en una clase conjunta de cuarto y quinto año, expuso graves fallas de seguridad: no había matafuegos ni elementos para prevenir o asistir rápidamente a los alumnos. El episodio recuerda el incidente de la semana pasada en Pergamino, donde una maqueta de volcán hirió a diez estudiantes, y reaviva el debate sobre los riesgos en las aulas.
El hecho tuvo lugar en el patio del colegio, mientras los chicos manipulaban alcohol y fuego. “Estaban haciendo un experimento y un chico se prendió fuego de pies a cabeza”, relató Federico, alumno de tercer año. Un profesor intentó apagar las llamas con un guardapolvo, mientras otro se arrojó sobre el joven. “No había ningún tipo de matafuegos ni extintor, nada para prevenir o ayudar rápido”, denunció Federico. Una madre de una alumna de primer año describió el caos: “Salieron corriendo, se escucharon gritos, chicos llorando, vi nenes con la ropa incendiada”. Un padre agregó: “Se le prendió fuego la remera, luego le tomó el cuerpo y la cara”. Otra madre explicó: “El chico tocó algo, le quedó alcohol en la mano y se prendió fuego”.
El SAME atendió a los heridos: un estudiante con el 35% del cuerpo quemado (abdomen, tronco, cuello y rostro), internado en terapia intensiva en el Hospital Gutiérrez, y otro con quemaduras en el 15-20% del cuerpo, derivado del Hospital Fernández al de Quemados, en terapia intermedia. Otras tres personas, incluido un adulto, sufrieron lesiones leves y fueron asistidas en el lugar.
El caso evoca el drama de Pergamino, donde una maqueta de volcán explotó en una feria escolar, dejando a una niña internada en el Garrahan con riesgo de perder un ojo. En aquel momento, la química del Conicet Sara Aldabe advirtió sobre la falta de barreras de seguridad, un problema que se repite en Palermo con la ausencia de extintores y medidas preventivas.
El Ministerio de Educación porteño anunció un protocolo para experimentos, firmado por la ministra Mercedes Miguel, que se publicará pronto. Sin embargo, la falta de controles, elementos de seguridad y supervisión adecuada genera indignación entre los padres. Mientras los alumnos enfrentan el trauma y sus familias exigen respuestas, urge garantizar que la ciencia escolar no vuelva a ser un peligro.