El día después de la explosión en Ezeiza: hora de pericias y ver si alguien deberá pagar por el desastre
Este viernes por la noche una impactante explosión sacudió el Polígono Industrial de Spegazzini, en la localidad de Ezeiza. Cerca de las 21 «tembló todo», una colosal explosión que se sintió hasta en CABA precedió a inmensas columnas de fuego, y el siniestro, que comenzó en una fábrica de agroquímicos, destruyó en total 10 plantas fabriles.
Este sábado, con las llamas ya controladas, un saldo que afortunadamente no tuvo víctimas fatales, comienza el turno de la Justicia, que deberá empezar a trabajar para evaluar qué fue lo que pasó en ese lugar este viernes por la noche, qué llevó a las llamas iniciales y si hubo un tema absolutamente accidental del dramático suceso, o si hubo responsabilidades o hasta irraegularidades en el manejo de algunos materiales que llevaron a semejante desastre, con pérdidas impactantes.
A doce horas del siniestro, Defensa Civil y más de 380 bomberos pertenecientes a 20 dotaciones de la provincia de Buenos Aires continúan trabajando en el lugar, aunque, como decíamos, lo más importante es que confirmaron que sólo hubo heridos leves y no víctimas fatales. Ante la magnitud del siniestro, eso parece casi un milagro.
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En cuanto a las investigaciones para determinar las causas de la violenta explosión, que rompió vidrios en cuatro kilómetros a la redonda, incluídos los domicilios del intendente Gastón Granados y del arquero de River Plate, Franco Armani, el trámite será seguramente arduo, con muchas partes y aseguradoras de por medio, buscando desentrañar que llevó a una explosión industrial pocas veces vista.
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PERFIL consultó tanto a Bomberos de Ezeiza como a Defensa Civil y confirmaron que si bien hay muchas versiones, se desconoce todavía cuál fábrica explotó inicialmente. “Eso lo establecerán las pericias correspondientes”, aseguraron. Ese dato será la clave para, desde allí, empezar con los testimonios que lleven a las responsabilidades, si las hubiera, del siniestro.
La cuenta de los daños por la explosión
La responsabilidad económica queda sujeta a múltiples factores, entre ellos la existencia de seguros vigentes en cada una de las firmas afectadas, el alcance de las coberturas y los resultados de las pericias que determinarán el punto exacto donde se originó la explosión. En el ámbito industrial son habituales las pólizas integrales, que incluyen daños por incendio y explosión, así como seguros de responsabilidad civil, destinados a cubrir perjuicios ocasionados a terceros dentro o fuera del predio.

La posibilidad de activar estos seguros depende, además, de que las instalaciones hayan cumplido con las habilitaciones correspondientes y no registren incumplimientos en materia de seguridad o almacenamiento de materiales inflamables.
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De acuerdo con la Ley de Seguros, el Código Civil y Comercial y la normativa específica para actividades consideradas riesgosas, si la investigación oficial concluye que el siniestro comenzó en una fábrica puntual, esa firma será la que deba afrontar los daños generados al resto de los galpones del Polígono Industrial.
En esa situación, la empresa respondería a través de su seguro de responsabilidad civil o, si la cobertura fuera insuficiente o inexistente, con recursos propios. Las pericias deberán establecer no sólo el origen del hecho, sino también si existieron fallas humanas, irregularidades operativas o desperfectos técnicos que puedan incidir en la asignación de responsabilidad.
Cuando no se logra determinar un origen preciso o no se identifica a un responsable directo, cada industria afectada queda limitada a reclamar ante su propia aseguradora por las pérdidas registradas.
Esto incluye daños estructurales en los galpones, maquinaria, stock y otras afectaciones derivadas de la onda expansiva y el incendio posterior. Las compañías que operan con sustancias químicas o potencialmente peligrosas están alcanzadas, además, por el Seguro Ambiental Obligatorio, aunque esa póliza se circunscribe exclusivamente a la recomposición del ambiente y no contempla los daños patrimoniales internos ni los perjuicios entre fábricas.
NG/HB
