Donald Trump y Benjamín Netanyahu activaron una ofensiva conjunta para destruir el proyecto nuclear de Irán


La tensión en Medio Oriente escaló de forma crítica en las últimas horas luego de que Estados Unidos e Israel consolidaran una alianza diplomática y militar con el objetivo de desmantelar el programa nuclear iraní. El expresidente Donald Trump y el primer ministro Benjamín Netanyahu lideran una ofensiva coordinada contra el régimen de Teherán, que propuso un cese del fuego como condición previa para sentarse a negociar con Washington.

Desde hace más de una semana, las Fuerzas de Defensa de Israel ejecutan una serie de bombardeos sistemáticos sobre objetivos estratégicos iraníes, con apoyo logístico del Pentágono, que incluye suministro de combustible, inteligencia y defensa antiaérea. La última ofensiva aérea involucró a medio centenar de aviones de combate que atacaron las instalaciones nucleares de Isfahan y eliminaron al comandante Aminpour Joudaki, figura clave del programa de drones militares iraníes.

Netanyahu habló tras el ataque de Irán a un hospital: “Les cobraremos el precio completo a los tiranos”

Mientras tanto, Irán insiste en que su programa de enriquecimiento de uranio tiene fines pacíficos. “El enriquecimiento cero es imposible. Es un logro de nuestros científicos y una cuestión de orgullo nacional”, declaró el canciller iraní Abbas Araqchi, quien además exigió el fin de los ataques israelíes como paso previo para abrir negociaciones.

Sin embargo, la Casa Blanca rechaza esa condición. Trump fue tajante: “Es muy difícil pedir que alguien se detenga si está ganando. Israel está teniendo éxito militarmente. Irán no”. En la misma línea, cuestionó los motivos detrás del interés iraní por el uranio enriquecido: “Están sentados sobre una de las mayores reservas de petróleo del mundo. No necesitan energía nuclear con fines civiles”.

el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

Netanyahu, por su parte, ratificó que los ataques continuarán. Durante una visita al hospital Soroka, que fue blanco de un misil iraní, aseguró que Israel está decidido a destruir la amenaza atómica del régimen fundamentalista.

La ofensiva internacional contra Irán también se juega en el plano diplomático. Araqchi mantuvo reuniones en Ginebra con funcionarios de Francia, Reino Unido y Alemania, pero no obtuvo apoyo concreto. “Europa no va a poder ayudar en esto”, advirtió Trump al ser consultado sobre el encuentro. Ahora, el canciller iraní se trasladó a Estambul para reunirse con la Liga Árabe y luego viajará a Moscú, donde buscará respaldo en el presidente ruso Vladimir Putin.

En tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel se preparan para una nueva fase del conflicto. Si en los próximos 12 días el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, no accede a desmantelar su programa nuclear, el Pentágono podría autorizar el despliegue de bombarderos B-2 con municiones anti-bunker para atacar Fordow, la instalación subterránea más protegida de Irán. Esa planta, ubicada a 90 metros bajo tierra, es el centro neurálgico del programa de enriquecimiento que Teherán destina —según informes de inteligencia— a la producción de al menos 10 ojivas nucleares.



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