Día Internacional del Churro: cómo es su historia y qué variedades prefieren los argentinos

Cubiertos de azúcar, salados, rellenos de dulce de leche o crema pastelera, bañados en chocolate, lo cierto es que con el correr de los años el churro se convirtió en una de las facturas preferidas de los argentinos, y bocado obligado para quienes disfrutan de las tardes de verano junto al mar. Aunque también, una buena merienda invernal de chocolate (caliente) con churros ayuda a reponer reponer energías y seguir.
Atento a este fanatismo que tenemos los argentinos con esta tradicional factura, este martes se celebra el Día Internacional del Churro. Una fecha que, si bien no existe un antecedente oficial que lo defina, las fábricas de churros argentinas nucleadas en la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas y Afines (APYCE) establecieron que “el 11 del 11”, sea declarado como tal, ya que se asocia la efemérides de hoy con palitos que representan la fecha en los calendarios.
En Argentina, el churro tiene una identidad muy marcada: mantiene su formato recto tradicional y es un producto emblemático que forma parte del paisaje gastronómico nacional.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Se consume en todo el mundo en múltiples versiones —con azúcar, dulce de leche, chocolate o incluso salados—, pero cada país le imprime su sello propio. Una vez al año, esta celebración busca rendir homenaje a su historia, promover su consumo y destacar la expansión internacional que el churro ha logrado con el paso del tiempo.
Martín Pinto: “Ni en la pandemia, ni en la crisis del 2001 cerraron tantas panaderías como ahora
¿Cuál es el origen del churro?
Como ocurre con muchas recetas tradicionales, varios países se disputan el origen del churro. Algunos rastrean su historia hasta China, mientras que España fue uno de los primeros en adoptarlo y perfeccionarlo, al punto de considerarse la cuna del churro.
De lo que no hay dudas es que esta delicia cruzó fronteras rápidamente, conquistó Europa y hoy cuenta con seguidores en cada rincón del mundo.
Los churros más elegidos por los argentinos
Hacer un ranking no es tarea sencilla: cada fábrica desarrolla sus propias recetas y combinaciones. Sin embargo, todos coinciden en que los sabores más vendidos son el relleno de dulce de leche, el churro clásico, el bañado con chocolate, el de crema pastelera y el de Nutella.
La receta tradicional y la curiosidad del público impulsaron con el tiempo la creación de nuevas versiones, tanto dulces como saladas.Entre las variedades más recordadas figura una propuesta audaz: los churros de vitel toné, que causaron furor en su momento.
Hoy se pueden encontrar churros de queso cheddar, roquefort, hummus, jamón y queso, membrillo, crema de limón e incluso aceituna.
La innovación no se detiene. Los sabores más “gourmet” incluyen pistacho, kit kat, sambayón, óreo, menta con chocolate y pasta saborizada de frutilla. Con el reciente boom del “Pistacho Dubai”, las fábricas también se sumaron a la tendencia con el relanzamiento del churro de pistacho bañado en chocolate, uno de los nuevos favoritos del público.
Dos historias que representan la tradición churrera argentina
- «Sol de Galicia» es una de las fábricas de churros más importantes del país. Nació en 1957 como un pequeño emprendimiento familiar, con una receta artesanal traída por sus fundadores gallegos. Con el paso del tiempo, el esfuerzo y la pasión por la calidad la convirtieron en una empresa líder que hoy elabora churros, mini churros, donas, berlinesas, pastelitos y tortas fritas.
Actualmente cuenta con 120 empleados y cuatro plantas de elaboración ubicadas en Avellaneda, Morón, Capital Federal (Barrio de Flores) y Villa Martelli, todas con reparto propio. Además, dispone de un local de venta directa al público. Un dato curioso: un reconocido bar notable porteño, famoso por sus churros, ofrece en realidad productos elaborados por esta fábrica.
- «Churrería El Topo», otro ícono del rubro es la tradicional, se transformó en un clásico de la costa atlántica argentina. Su historia comenzó en el verano de 1968, cuando Hugo y Cacho inauguraron la primera churrería en Villa Gesell. Al momento de colocar el cartel, el letrista les sugirió agregar un nombre y propuso “El Topo”, inspirado en el popular personaje de televisión “Topo Gigio”. Los fundadores decidieron colgar el cartel al revés para llamar la atención… y así nació una marca legendaria.
El éxito fue inmediato: las largas filas en los días de lluvia, los churros en la playa bajo el sol y la tradición de los jóvenes que, al salir de los boliches, buscaban churros recién hechos a las 4AM. hicieron de El Topo la verdadera “factura del verano”.
Con los años, la segunda generación familiar impulsó su expansión, convirtiéndola en la churrería con más locales del país. Hoy cuenta con más de 20 sucursales en destinos como Cariló, Necochea, Pinamar, Mar del Plata, Villa Gesell, Valeria del Mar, Mar Azul, Mar de las Pampas y Bariloche. Todos los locales pertenecen a las familias fundadoras y ofrecen opciones aptas para veganos, adaptándose a las nuevas tendencias de consumo.
LT
