Detuvieron a la mujer de Víctor Sotacuro y un nuevo testimonio señaló al presunto autor intelectual del crimen
Distintos giros ocurrieron en las últimas horas en la causa que investiga el triple femicidio de Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) y Brenda del Castillo (20). Por un lado, arrestaron a Mónica Débora Mujica (37), la esposa de uno de los imputados principales: Víctor Sotacuro Lázaro (41) alias “El Duro” o “El Chato”.
Por otro, la declaración de un testigo de identidad reservada apuntaría al verdadero autor intelectual del brutal crimen: Joseph Freyser Cubas Zabaleta, un narco peruano detenido en una alcaidía de la Policía Federal (PFA) a la espera de ser extraditado a su país, donde enfrenta una causa por narcotráfico.
La detención de Mujica ocurrió este viernes por la noche en el barrio de La Boca. Detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza actuaron por pedido del fiscal Adrián Arribas, a cargo de la fiscalía de Homicidios de La Matanza.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La orden llegó tras el aporte de una testigo (Ibañez) que ubica a Mujica dentro del entramado delictivo que habrían conformado su marido y la sobrina de éste, Milagros Florencia Ibáñez (20), quien también se encuentra detenida.

Ibáñez señaló en una indagatoria que Mujica le pidió borrar información del teléfono de Sotacuro Lázaro poco después del triple crimen. “Me lo solicitó mi tía, de nombre Débora, quién resulta ser la esposa de Víctor. El procedimiento lo hice viendo un video en Youtube”, declaró el testigo el 9 de octubre.
Joseph Freyser Cubas Zabaleta: el supuesto autor intelectual del triple femicidio de Florencio Varela
En el caso de Cubas Zabaleta (31), se trataba de un hombre que, hasta ahora, estaba fuera del radar en la investigación del triple femicidio de Lara Gutiérrez, Morena Verdi y Brenda del Castillo. Había sido detenido el 27 de agosto, apenas 23 días antes del triple crimen, por obligar a una mujer a trasladar cinco kilos de cocaína a España, causa por la que la justicia peruana había solicitado su extradición.

Sin embargo, este sábado se conoció que una testigo de identidad reservada, detenida por narcotráfico, lo señaló como autor intelectual del crimen de las tres jóvenes. Según su declaración, Cubas Zabaleta sería el líder en Argentina del grupo narco peruano conocido como “Los Pulpos”, y habría comandado el triple asesinato desde su celda en la Alcaidía Pavial de la PFA.
La testigo también aseguró que todos los demás imputados actualmente detenidos en la causa actuaron bajo sus órdenes. Además, mencionó que el sospechoso poseía una libreta de color verde con anotaciones que demostrarían su participación intelectual en los crímenes.
La policía allanó la celda de Cubas Zabaleta. Allí, los investigadores encontraron efectivamente un cuaderno de tapa verde de once hojas, con anotaciones de distintos números telefónicos. Junto a la libreta, el detenido tenía varios celulares, copias del libro de guardia, el libro de registro de visitas y el libro de pertenencias de la división.
Todo el material secuestrado será sometido a pericias para determinar su relevancia y definir las próximas acciones procesales dentro de la causa.
Por su parte, Mujica fue formalmente imputada por “privación ilegal de la libertad activa agravada por la pluralidad de intervinientes y por ser una de las víctimas menor de edad en concurso real con homicidio agravado por ser premeditado de dos o más personas, por ser cometido con alevosía y ensañamiento, y criminis causa”.
Se espera que el fiscal Arribas le tome declaración formal este sábado, un trámite que forma parte del proceso de imputación y de la definición de medidas cautelares.
El crudo relato que hizo el fiscal sobre la mecánica del triple femicidio
Mónica Débora Mujica había declarado ante la Justicia el pasado 6 de octubre
En una primera declaración testimonial, ocurrida el pasado 6 de octubre, Mujica había dicho no conocer detalles sobre el crímen, pero ofreció una versión de los hechos que la liga de alguna manera a movimientos cercanos al hecho ocurridos el 19 de septiembre: afirmó que su esposo “había ido a hacer de remis” para un vecino identificado como David, apodado “El Loco” o “El Tarta”.

Ese nombre corresponde a David Gustavo Huamani Morales (36), actualmente prófugo con pedido de captura internacional.
Según el relato de Mujica, el 24 de septiembre, cuando se localizaron los cuerpos enterrados en una vivienda de Florencio Varela, dos personas encapuchadas se habrían presentado en la puerta de la casa de Sotacuro Lázaro y lo amenazaron. Tras esa circunstancia, Mujica dijo que ella y su esposo optaron por escaparse y esconderse.
“Yo lo llevé al David, anduve por acá. Este hijo de puta me mandó para esto. Este hijo de puta es el que hizo la cagada. Yo estuve ahí con mi coche” comenzó la declaración de la recientemente detenida.
Luego agregó: “Yo también por miedo, le digo ‘vete, vete’, yo me voy a quedar con los chicos acá. Él se lleva mi celular, se lo di yo, y le dije que me llame al celular de mi hija para poder comunicarnos”.
Prisiones preventivas para los supuestos autores del triple femicidio en Florencio Varela
En paralelo, la investigación avanzó en otros frentes. Al cumplirse un mes del hallazgo de los cuerpos, el fiscal solicitó la prisión preventiva para ocho imputados detenidos en Argentina y declaró su incompetencia para remitir la causa a la Justicia Federal por el vínculo con actividades de narcotráfico.
La solicitud de prisión alcanza a Sotacuro Lázaro; la testigo Ibáñez; Matías Agustín Ozorio (28); Magalí Celeste González Guerrero (28); Miguel Ángel Villanueva Silva (25); Iván Jeremías Giménez (28); Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18).

Entre los involucrados también se encuentra Tony Janzen Valverde Victoriano (20), conocido como “Pequeño J”, quien fue detenido en Perú tras fugarse de la Argentina. Ese sujeto está en prisión preventiva en el penal Cantera de Cañete a la espera del trámite de extradición a la Argentina.
En el requerimiento de prisión preventiva, el fiscal describió el modo en que los acusados actuaron contra las víctimas, destacando lo que calificó como un “alto grado de agresividad” en la ejecución del plan homicida.
“Debe destacarse que las tres jóvenes presentaban distintos tipos de lesiones, perpetradas con diversos mecanismos violentos, los cuales denotan por parte de los coautores no sólo un claro desprecio por la vida; sino también una evidente intención de que las mismas sufran un padecimiento extraordinario e innecesario, habiendo previamente seleccionado los instrumentos letales a tales fines”, manifestó.
El Ministerio Público agregó en su exposición que los imputados “también lograrían ver saciada su sed de prolongar la agonía de las jóvenes, conllevando a su ultraje, sometimiento e impotencia”.
“En el triste acontecimiento salvaje, inhumano, cruel, violento, desalmado, brutal y despiadado (recordemos y pensemos en tres personas que tenían toda una vida y una plena juventud por delante), los imputados sólo tuvieron en miras su aniquilamiento, generando el clima de hacerlas sentir ‘la venida de la muerte’ como el acto es moroso por excelencia, en donde los agresores fueron provocando lesiones que eviten que la muerte se produzca inmediatamente”, describió el fiscal en el expediente.
Cómo empezó el caso del asesinato de Lara, Brenda y Morena
Para comprender el hilo temporal del caso, hay que remontarse a los días previos a la aparición de los cuerpos. El 19 de septiembre, las jóvenes asesinadas le dijeron a sus familias que irían a una fiesta por la que les pagarían 300 dólares a cada una.
Testigos y registros fílmicos verifican que fueron recogidas en una camioneta Chevrolet Tracker blanca en La Tablada y trasladadas a un inmueble en Villa Vatteone, localidad de Florencio Varela.
El 24 de septiembre las autoridades hallaron los cuerpos de Lara, Morena y Brenda en un pozo cavado en el patio de una casa en la calle Chañar 702, precisamente en Villa Vatteone. La investigación establece que esa casa había sido alquilada con la supuesta intención de organizar una fiesta.

Ese mismo día se produjeron las primeras detenciones vinculadas a la limpieza de la escena: Parra e Ibarra fueron aprehendidos luego de ser vistos comprando productos de limpieza para intentar borrar rastros de sangre en la vivienda. Luego se detuvo a González Guerrero y a su pareja Villanueva Silva.
Dos días después, Sotacuro Lázaro fue capturado en Villazón, Bolivia, en un hostal a pocos metros del paso internacional con La Quiaca. Horas más tarde, su sobrina Ibáñez fue arrestada tras brindar una entrevista televisiva. Ella y Sotacuro fueron de los pocos imputados que declararon ante el fiscal.
Otro eslabón de la investigación surgió por el testimonio de un chofer de aplicación, que aseguró haber trasladado desde la vivienda donde ocurrieron los homicidios a un hombre que cargaba una pala y un parlante hasta la casa de un sospechoso.
La foto que muesta que «Pequeño J» se reunió con una de las víctimas antes del triple crimen narco
Ese testimonio vinculó a Giménez, quien fue detenido. La policía le secuestró un parlante y, en una casa contigua, un pico y una pala que se presume se usaron para cavar el pozo donde enterraron a las víctimas.
El hilo final de las capturas se completó con la detención en Perú, el 30 de septiembre, de “Pequeño J” y de Agustín Ozorio, este último señalado como mano derecha del primero y que fue expulsado de ese país y trasladado a la Argentina para quedar a disposición del proceso.
Mientras tanto, “Pequeño J” permanece detenido en Perú, a la espera de que se concrete su extradición hacia la Argentina.
NG/ff
