Detalles del cortocircuito ente Guillermo Francella y Pablo Echarri
El cine argentino atraviesa un momento de tensión y debate profundo, no solo por los recortes presupuestarios que afectan al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), sino también por las diferencias ideológicas entre sus protagonistas. En los últimos días, un fuerte contrapunto entre Guillermo Francella y Pablo Echarri puso en evidencia las distintas miradas sobre el rol de la cultura, el cine de autor y la relación con el público.
Todo comenzó con una declaración de Guillermo Francella en el canal de streaming Olga, en el marco de la promoción de su nueva película Homo Argentum, dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat. El actor, reconocido por su trayectoria en comedias populares y éxitos de taquilla, expresó su incomodidad con cierto tipo de cine argentino: “Hay películas muy premiadas que le dan la espalda al público. Van cuatro personas a verlas, ni la familia del director va”.

Además, sostuvo que “no me gusta el cine que no genera interés, que no conecta con la gente”, lo que generó una ola de reacciones en redes y medios. Francella, que interpreta 16 personajes en Homo Argentum, defendió su visión como cinéfilo y como actor que ha trabajado en películas que lograron combinar calidad artística y éxito comercial.
“Toda mi vida fui muy cinéfilo. Esto no significa que los gustos míos puedan ser los tuyos. Pero creo que entiendo de cine o, por lo menos, el cine que a mí me gusta”, afirmó. La reacción más contundente llegó de parte de Pablo Echarri, actor y dirigente de SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes), quien se mostró dolido por las palabras de su colega.

En una entrevista con Puro Show (El Trece), Echarri expresó: “Me alegra que la gente opine y muestre su verdadero corazón, pero me duele la expresión de Guillermo”. Y agregó: “Entiendo que no pueda reconocer materiales que no tienen un objetivo de masividad, pero al no comprenderlos, los minimiza. Creo que se equivoca”.
Echarri defendió el cine de autor como una parte esencial de la cultura nacional, y advirtió que “si lo único que existiera en la cultura de un país fueran películas populares, taquilleras, con algunas buenas y otras no, nuestra sociedad sería paupérrima”.
Protección
También señaló que muchos de los directores que hoy trabajan en el mainstream surgieron del circuito alternativo, del “off”, y que ese espacio debe ser protegido y fomentado. Más allá del cruce entre dos figuras reconocidas, el contrapunto refleja una discusión más amplia sobre el rumbo del cine argentino.
En un contexto de recortes al INCAA, paralización de rodajes y reducción de subsidios, las declaraciones de Francella fueron interpretadas por muchos como una deslegitimación del cine independiente y de autor, justo cuando el sector más lo necesita.
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