Cuánto cuesta vivir una noche en Tegui, el universo gastronómico de Germán Martitegui
Germán Martitegui, una de las figuras más queridas de MasterChef Celebrity y uno de los jurados más respetados del ciclo, también despliega su mirada más audaz y sensible dentro de su restaurante insignia: Tegui. Allí, el chef invita a vivir una experiencia que va mucho más allá de la comida. Cada plato es un gesto, una interpretación del territorio y un juego sensorial que transforma lo cotidiano en extraordinario. Pero en medio de esta propuesta artística surge la pregunta inevitable: ¿cuánto cuesta cenar en Tegui?.
Los valores actualizados a octubre de 2025 permiten trazar un mapa claro del gasto. Una cena base cuesta alrededor de $60.000 por persona, e incluye cuatro pasos clásicos de la casa: una entrada, dos principales y un postre, acompañados por una bebida a elección. Un detalle que sorprende —considerando el nivel del lugar— es que el agua no se cobra, un gesto poco habitual en los restaurantes gourmet y que muchos comensales destacan como parte de la hospitalidad del lugar.

Para quienes van en pareja, la experiencia mínima ronda los $120.000, aunque el precio final puede elevarse si se eligen vinos más complejos o diferentes opciones adicionales. Y para los amantes del vino, Tegui propone un maridaje de tres copas, que suma $45.000 extra, pensado para acompañar el menú sin opacar los sabores.
Pero Germán Martitegui guarda un capítulo especial para los que buscan una vivencia todavía más inmersiva: el menú de ocho pasos. Esta versión extendida —y celebrada por críticos y fanáticos— asciende a $95.000 por persona y condensa el espíritu del chef: cocina de autor con alma local, donde la técnica nunca está por encima del producto.
Cada escena del menú tiene su propio pulso. Las entradas juegan con texturas y aromas: galleta de semillas, pan brioche tibio, manteca de hongos, chipa con manteca de especias, cremoso de cajú o un tartar de remolacha que sorprende con un toque de alga. En los principales, los contrastes aparecen como un sello de identidad: tortellini de castañas, shawarma de hongos, ceviche con alga o un puré ahumado enlazado con manzana.
El final es otro momento de impacto. Germán Martitegui se anima a postres que combinan mundos: mousse de chocolate con aceite de oliva, brioche con coco, affogato con oblea de avellana. Nada está puesto al azar. Cada bocado es una pequeña obra que refleja la búsqueda estética del chef y su inconfundible manera de narrar la cocina.
Para quienes desean un recorrido más profundo, existe la versión premium del menú: el maridaje especializado que incluye cócteles y cinco vinos seleccionados. Su precio —$75.000 adicionales— se justifica en la intención de “potenciar sabores y texturas”, convirtiendo la cena en un viaje multisensorial que entrelaza gastronomía, estética y emoción.
Quienes han pasado por Tegui lo describen como una especie de ópera gastronómica: se ingresa a una sala donde todo está dispuesto para conmover. No solo se paga la técnica o la calidad del producto, sino la experiencia de asistir a un ritual culinario único, dirigido por uno de los chefs más influyentes del país.
En definitiva, Tegui no es simplemente un restaurante. Es el escenario donde Germán Martitegui —jurado exigente, cocinero sensible, creador incansable— despliega su universo propio. Y para muchos, vivirlo al menos una vez es un lujo que vale la pena.
