Cómo fue la charla de MasterChef con Germán Martitegui por sus malos tratos a los participantes
En el centro de la tormenta están Germán Martitegui, Eugenia Tobal y el Chino Leonis, protagonistas involuntarios del último temblor en MasterChef. La actriz, una de las preferidas del público, habría llegado al límite tras una devolución que la dejó al borde de abandonar el programa. El cruce no fue solo televisado: puertas adentro, aseguran, la tensión se siente y el clima ya no es el mismo en el estudio.
“No es una carne que dé un sabor espectacular. Es muy sutil. Hay que levantar los jugos, ir agregando cosas… Va haciendo que el sabor se refuerce para que no quede lavado, como está este”, fue parte de la devolución que incomodó a todos. La participante intentó explicar sus decisiones, pero la respuesta habría sonado a pared.
El conflicto se amplificó en días posteriores, cuando trascendieron escenas que habrían sido más duras de lo que se vio al aire. Allí entró en escena nuevamente Martitegui, cuestionado por la manera en que expresa sus críticas. “A esta altura, un plato así sin salsa… y después veo tres manzanas que no están ni cocidas ni caramelizadas, con un brócoli pasado… No tiene nada que ver con lo que contás”, se escuchó en una grabación interna que circuló entre el equipo.
La situación se agravó cuando la actriz preparó un postre ligado a un recuerdo familiar. El comentario habría sido aún más filoso: “¿Qué tenés en la cabeza? ¿Cómo vas a presentar esto?”. Según fuentes cercanas a la producción, ese día la participante salió llorando y pidió irse del programa.
LA CHARLA DE TELEFE CON MARTITEGUI
Ante esta escalada, Tobal habría planteado directamente su malestar, lo que derivó en una reunión interna. La producción habría llamado a Martitegui para pedirle que modere sus devoluciones, especialmente con los participantes que llegan con carga emocional. “Lo de Tobal me dijeron que es cierto. No renunció, pero sí planteó bronca con una persona del jurado”, trascendió en los pasillos.
“A mí me han dicho que hubo una charla entre la producción para matizar un poco las devoluciones y que no sean tan picantes. Yo no digo tirando orejas, pero sí una charla diciendo: ‘Bueno, muy de cristal’”, se comentó en SQP, dejando claro que el fuego sigue encendido aunque frente a cámara todo parezca bajo control.
