Casa Foa: Adiós minimalismo, viva la opulencia


A puro festejo, Casa FOA celebra su edición número 40, un hito que resume su historia como laboratorio creativo y vitrina de tendencias, pero también como motor de transformación urbana. A lo largo de estas cuatro décadas, la muestra de arquitectura, diseño interior, paisajismo y arte más importante del país se instaló en edificios patrimoniales, sedes industriales en desuso y proyectos inmobiliarios en crecimiento, convirtiéndose en un puente entre el diseño argentino, la ciudad y la comunidad. Este año, abrió sus puertas en el Distrito Madero Harbour, un complejo inmobiliario de vanguardia ubicado en el Dique 1 de Puerto Madero.

Casa Foa

El escenario elegido no podía ser más simbólico: una zona en plena expansión, con torres residenciales de última generación. En un predio monumental de más de 5.900 m2, con ambientes que alcanzan casi seis metros de altura, más de 35 arquitectos, interioristas, paisajistas y artistas despliegan sus propuestas en torno a una consigna común: el maximalismo urbano.

Más es más

En un contexto donde la sobriedad minimalista parecía haber conquistado todos los rincones, Casa FOA 2025 da un giro disruptivo y apuesta por la opulencia creativa.

Más es más no es un simple exceso decorativo, sino un modo de habitar que reivindica la abundancia de capas, colores, texturas y patrones, en convivencia armónica.

 

Casa Foa

El maximalismo urbano propone llenar los ambientes de personalidad, con el gusto y la biografía de los habitantes. De ahí que se reivindique el rescate de objetos con valor afectivo, superponer estilos, mezclar piezas históricas con objetos de vanguardia y crear una escenografía que combine el impacto visual con la calidez. En esta línea se destacan las claves que atraviesan las propuestas de la muestra, donde el apogeo de los sentidos se convierte en el verdadero sinónimo de lujo. Las texturas se multiplican en capas táctiles. Los muebles curvos de gran escala desplazan a las líneas rectas. Las paredes están revestidas con colores intensos ( el Azul Puro de Alba es elegido como color tendencia para 2026) y empapelados vibrantes. No se trata solo de “llenar” los espacios sino de componer ambientes ricos, donde la mezcla de estilos y objetos construya un relato personal.

Casa Foa

El hogar se entiende como un espacio emocional, donde se cruzan recuerdos, afectos y elecciones estéticas. Las muestras se multiplican. El Atelier de Ramiro Arzuaga (Premio Mejor Interpretación de la temática) celebra a pleno esta opulencia con paredes coloridas que vibran en gamas intensas, como verde jade, rojo lacre y azules y se acompañan con textiles teatrales y abundancia de objetos vintage y contemporáneos.

En otro estilo, el espacio que propone Maximiliano Solar para su living impone el juego de contrastes entre líneas negras y blancas, el sillón oversize naranja que domina la escena y las curadas colecciones de arte y música con luces modulares como eje narrativo.

La sorpresa: Javier Iturrioz, el rey del estilo “más es más”, apostó por el maximalismo geométrico con aires de retro pop, en variedad de azules.

Casa Foa

La abundancia del bienestar

Sin embargo, la exuberancia no siempre se manifiesta en exceso. También puede ser un estilo donde la autoexpresión y el confort personal son tan importantes como la estética. Los principales galardonados apelan a este sentimiento. El espacio de Wellness de Hugo Di Marco, que obtuvo la Medalla de Oro Mercedes Malbrán de Campos, creo un santuario del cuerpo y del espíritu en una atmosfera inmersiva donde volúmenes y texturas despiertan los sentidos.

Casa Foa

También sigue este camino el dormitorio principal de Estudio Nova (Mónica Kucher y Mariano Canova), ganador de la Medalla de Plata, que propuso un espacio escultural de vidrios, transparencias y un exquisito detallismo. Las cocinas también se convierten en lugares de encuentro, como la diseñada por las arquitectas María Beatriz González Zuelgaray y Beatriz Palacios donde la calma del color el azul llega hasta el techo y actúa como elemento unificador, envolviendo y acompañando el momento de relax.

Desde la fachada que da la bienvenida a la muestra, las flores y el verde de la vegetación tuvieron un lugar preponderante invocando a la “alegría de vivir”. Eder Villarreal y María Ramos, junto con Gilligan’s Deco, diseñaron un recorrido casi laberíntico, atravesado por flores preservadas y referencias orientales que invita a detenerse y experimentar la armonía. La misma que se crea al entrar al fantástico auditorio ideado por Guadalupe Diez y realizado por la artista Catalina Ruiz, para entelar el espacio con 900 m2 de tela que pintó a mano cubriendo el techo, paredes y las lámparas colgantes.

Casa Foa

Mundo propio

Más allá de lo visual, Casa FOA funciona cada año como una vidriera de las tendencias. En este sentido, se imponen las combinaciones cromáticas audaces con colores fuertes y alegres, las curvas que otorgan movimiento, los detalles que aportan calidez, los textiles ricos en matices y la integración de arte e iluminación como los grandes anticipos de lo que marcará la decoración en 2026. La mezcla de estilos –barroco con art decó, gótico con contemporáneo– deja de ser un error para convertirse en un gesto de audacia.

Una convivencia entre memoria y modernidad es, justamente, la clave. Lo vintage, lo artesanal, lo industrial y lo artístico conviven en propuestas que reivindican la diversidad. Esa es al fin la propuesta de Casa FOA 2025: una celebración de la creatividad.

 

También te puede interesar

Galería de imágenes






Source link

Compartir