Cande Tinelli causa conmoción con una impactante foto
Cande Tinelli causa conmoción con una impactante foto desde una clínica privada: acostada en una camilla, conectada a una máscara de oxígeno.
La heredera mediática publicó la imagen sin previo aviso y generó una catarata de reacciones que van desde la preocupación hasta la sospecha. ¿Está bien? ¿Se descompensó? ¿Se trata de una internación secreta?

En pleno vuelo digital, la artista se mostró completamente entregada a una experiencia que muchos confundieron con un episodio crítico de salud. Pero nada más lejos de eso.
Lo que parecía el preludio de una novela médica terminó siendo una estrategia provocadora y una apuesta por el bienestar extremo: Cande se sometió a una sesión de hipoxia intermitente, una técnica de vanguardia utilizada por atletas de elite y celebridades obsesionadas con el rendimiento y la longevidad.

La hipoxia intermitente consiste en respirar aire con menor concentración de oxígeno durante intervalos controlados, simulando altitudes extremas.
Según los especialistas, este tipo de terapia activa procesos de regeneración celular, fortalece la resistencia física, mejora la actividad cerebral, regula el metabolismo y hasta promete efectos antienvejecimiento.
Sí, como lo leés: rejuvenecer respirando menos oxígeno.
La imagen no tardó en multiplicarse por redes y grupos de WhatsApp, disparando todo tipo de teorías: desde quienes aseguran que se trata de una campaña secreta hasta los que creen que está atravesando una crisis encubierta.
Pero Cande se encargó de aclarar desde su cuenta personal que “no estoy enferma, estoy explorando el futuro”. Y para reforzar la idea, compartió folletos informativos del centro en cuestión y dejó entrever un canje internacional.
Lejos de Coti Sorokin y de los escándalos que rodean a Marcelo Tinelli, Cande se refugia en la sofisticación europea y en terapias dignas de una distopía glamorosa. Su vida, llena de tatuajes, arte y rebeldía, ahora suma ciencia de alto impacto.
¿Provocación? ¿Performance? ¿Marketing? Sea lo que sea, Lelé volvió a poner su nombre en boca de todos, sin necesidad de escándalos amorosos ni declaraciones explosivas. Solo bastó una foto en una camilla, una máscara y la frase que lo cambió todo: “Hoy pruebo el futuro”.
