Cande Tinelli anticipó el nuevo look de fin de año con estilo baby lights y un resultado natural
El punto de partida era un negro azabache, un color elegante pero exigente, que suele endurecer los rasgos y demanda retoques constantes. Lejos de optar por un rubio contrastante, Cande Tinelli eligió una transformación mucho más sofisticada, alineada con las tendencias actuales, que privilegian los matices naturales y los juegos de luz dentro de una misma gama cromática.
El increíble cambio de Cande Tinelli
El cambio se basó en romper la monotonía del color pleno para generar movimiento y profundidad. A través de un diseño de baby lights sutiles en tonos chocolate y café, el pelo gana dimensión sin perder oscuridad. Las babylights se concentran principalmente en medios y puntas, permitiendo que, con el movimiento o la luz natural, aparezcan reflejos que antes quedaban ocultos bajo el negro uniforme.
Uno de los grandes aciertos del look de Cande Tinelli, es que no se percibe como un cambio drástico, sino como una mejora visual inmediata. El cabello se ve más saludable, con brillo y volumen, y la transición de color es suave y armónica. Al conservar la raíz oscura, el crecimiento resulta mucho más prolijo y de bajo mantenimiento, una ventaja clave para quienes buscan practicidad sin resignar estilo.
La gran elección de Cande Tineli
Además, la elección de pigmentos cálidos y profundos evita los reflejos indeseados, como los tonos anaranjados, logrando un resultado elegante y duradero. El marrón chocolate elegido por Cande Tinelli interactúa de forma casi natural con las bases oscuras y refuerza esa sensación de cabello cuidado, natural y con luz propia.
Con este nuevo look, Cande Tinelli demuestra que iluminar el cabello no siempre implica aclarar en exceso. A veces, el cambio está en los detalles, matices bien trabajados, técnica precisa y una decisión estética que acompaña la identidad personal.
