Así es la increíble mansión sustentable de Hernán Drago que ganó un premio mundial


El hogar de Hernán Drago es más que una casa: es una pieza de autor que combina lujo sereno, funcionalidad y una mirada sustentable que la convirtió en una de las residencias más premiadas del país. Ubicada en Nordelta, la propiedad parece flotar entre lagunas y líneas minimalistas, y fue distinguida internacionalmente con el Architecture MasterPrize, un galardón para proyectos que marcan tendencia.

La vivienda, concebida por la arquitecta Bárbara Cudich, ex pareja de Drago, integra arquitectura, paisaje y bienestar. En sus 510 metros cuadrados, la casa despliega una armonía que resulta evidente desde la primera impresión. Madera, hormigón y vidrio dialogan con naturalidad, dando como resultado un refugio que abraza la luz, el silencio y la vista abierta al agua.

Desde la entrada, la planta baja propone un recorrido pensado al milímetro. Living y comedor se funden en un gran espacio social, dominado por ventanales que borran la frontera entre interior y exterior. La cocina con isla convive con un escritorio, áreas de servicio y una galería semicubierta que mira directo a la laguna. Allí se destaca la pileta con borde infinito, un muelle privado y un jardín diseñado para acompañar la arquitectura sin competir con ella.

En el nivel superior se desarrolla la parte más íntima de la casa del modelo. La suite principal, con vestidor, baño en suite y una vista panorámica que parece un cuadro vivo, marca la identidad del diseño: sobriedad, calidez y materiales nobles. Las habitaciones de los hijos de Drago, el playroom y un rincón de lectura terminan de construir un universo doméstico ordenado, versátil y humano.

ASÍ ES LA ESPECTACULAR CASA DE HERNÁN DRAGO EN NORDELTA

El lenguaje estético se sostiene en una paleta neutra que combina tonos tierra, maderas naturales y textiles livianos. La iluminación acompaña cada ambiente con artefactos empotrados y piezas colgantes que generan atmósferas cálidas sin perder modernidad. Todo responde a un hilo conductor: una arquitectura que prioriza el confort y el equilibrio, sin estridencias.

Más que una casa, el proyecto plantea una manera de vivir: eficiente, consciente y visualmente impecable. La orientación, la ventilación cruzada y la integración con la laguna permiten reducir consumo energético y aprovechar los recursos naturales sin renunciar al diseño. No es casual que la casa de Hernán haya sido celebrada fuera del país; combina lo mejor de la arquitectura contemporánea con la sensibilidad de los materiales nobles.

En distintas entrevistas, Hernán Drago destacó su fascinación por los espacios pensados con intención y coherencia, y esta residencia lo refleja a la perfección. Una casa que no solo fue premiada: se vive, se respira y se siente como un refugio donde el diseño y la vida familiar encuentran, por fin, un lenguaje común.

 



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