ARCA oficializó el calendario para la recategorización del monotributo 2026
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) confirmó el cronograma oficial para la recategorización del monotributo correspondiente a 2026 y comunicó las pautas que deberán seguir los contribuyentes obligados a modificar su categoría. El proceso determina la ubicación adecuada de cada monotributista en función de sus ingresos, gastos y parámetros de actividad registrados en los últimos doce meses.
Para iniciar el trámite, el contribuyente debe ingresar al sitio oficial del organismo con CUIT y clave fiscal, seleccionar “Recategorizarme”, confirmar la operación y actualizar los parámetros exigidos: ingresos brutos, superficie afectada, consumo eléctrico y demás variables contempladas por el régimen simplificado. Luego, el sistema genera el comprobante F.184 y la nueva credencial de pago. El organismo fiscal insistió en completar los datos con precisión para evitar inconsistencias posteriores.
Quedan exceptuados quienes no superen los límites o no acumulen seis meses de actividad, ya que el sistema aplica automáticamente el procedimiento inicial. ARCA señaló que el incumplimiento puede derivar en multas equivalentes al 50% del impuesto integrado y la cotización previsional, además de liquidaciones retroactivas.
Las escalas de ARCA vigentes a diciembre de 2025, actualizadas por el IPC, establecen los topes de facturación anual para cada categoría, que van desde $8.992.597,87 en la A hasta $94.805.682,90 en la K. Las cuotas indicativas de diciembre de 2025 varían según la actividad y la categoría.
El ente recaudador confirmó dos períodos obligatorios de recategorización para 2026: el primero entre fines de enero y comienzos de febrero, y el segundo durante agosto. También recomendó controlar periódicamente los niveles de facturación, revisar los parámetros complementarios y conservar la documentación respaldatoria para evitar sanciones y mantener la situación fiscal en regla.
La recategorización y su importancia
La recategorización es un proceso obligatorio que permite actualizar la categoría del monotributista según su actividad real y evita desfasajes entre lo facturado y lo declarado. Este mecanismo se realiza dos veces al año y garantiza que el contribuyente tribute de acuerdo con su nivel actual de ingresos y gastos asociado.
