Antonio María Hernández: “la causa de los Cuadernos podría estar a la altura del Lava-Jato en Brasil”
El jurista Antonio María Hernández recibirá el próximo 18 de noviembre el título de doctor honoris causa en LA Universidad Nacional Autónoma de México, en el marco de un acto en el que también recibirán esa distinción 13 referentes latinoamericanos de distintos ámbitos, entre los cuales se destaca la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet. Desde la casa de estudios resaltaron que el reconocimiento se basa en “la indiscutible trascendencia de la obra de cada personalidad distinguida”.
Allí, Hernández expondrá sobre la cultura constitucional en América Latina, en un debate con juristas de la región. “El tema es crucial porque la democracia atraviesa una crisis global, regional y nacional”, señaló el constitucionalista, quien calificó a la situación de Argentina en un contexto de “debilidad institucional”.
En diálogo con Perfil Córdoba, Hernández sostuvo que la denominada causa de los cuadernos es más que un escándalo judicial: es un termómetro de la corrupción estructural argentina. “Estamos frente a un proceso que involucra a más de 70 empresarios poderosos y puede mostrar hasta qué punto los sobornos en la obra pública afectaron la institucionalidad”, explicó.
Para el constitucionalista, el caso tiene un paralelismo con el Lava-Jato en Brasil, pero con una particularidad: “Mientras que en países como Brasil, Perú o México hubo investigaciones profundas, en Argentina y Venezuela la corrupción no se atacó nunca con seriedad. La causa de los cuadernos podría ser histórica si la Justicia actúa a la altura de las responsabilidades”. Hernández destacó que el caso “muestra cómo los intereses corporativos y privados se imponen sobre los principios constitucionales” y refuerza su diagnóstico de una democracia delegativa y de baja calidad institucional. “La corrupción no es sólo política, sino social. Está en la forma en que funcionan las instituciones y en la percepción de la sociedad sobre la impunidad”, agregó.
Democracia “delegativa”
Según Hernández, la Argentina es un país con una “muy débil cultura constitucional y de legalidad”, en el que predomina una democracia delegativa y no deliberativa. “Tenemos una patología muy notoria: el hiperpresidencialismo, que no sólo se ve en el orden federal, sino también en las provincias y municipios”, advirtió.
El constitucionalista destacó los “tres grandes males” que atraviesan la vida pública argentina: un país al margen de la ley, como ya lo había definido el constitucionalista Carlos Santiago Nino; la violencia política y social, potenciada —según dijo— por “un presidente que insulta como jamás se vio en la historia argentina”; y la corrupción estructural, con la causa de los cuadernos como ejemplo paradigmático.
Hernández recordó su rol en la reforma constitucional de 1994, donde fue vicepresidente de la comisión redactora e impulsor del artículo 36, que elevó a rango constitucional el delito de enriquecimiento ilícito en la función pública. “Es clave unir ética y política, pero en la Argentina la corrupción está instalada también en la sociedad”, lamentó.
Historia de una decadencia
El jurista trazó un recorrido histórico: “La Argentina tuvo un crecimiento extraordinario desde la sanción de la Constitución de 1853 hasta el golpe del 6 de septiembre de 1930. A partir de allí, el país perdió el rumbo. El mejor momento fue la recuperación democrática de 1983, con Raúl Alfonsín. Luego comenzó nuevamente el deterioro”. Para Hernández, la victoria de Javier Milei en 2023 fue “lógica” en ese contexto: “No sólo lo votaron sus seguidores, sino muchos sectores de lo que era Juntos por el Cambio, que eligieron la posibilidad de un cambio. Pero nadie imaginó que gobernaría con ese triángulo de acero y de la forma que lo está haciendo, insultando a todos, sin importar si son aliados o adversarios políticos”.