Antonela Roccuzzo reveló los 3 rituales que hace para lograr la felicidad plena
La vida de Antonela Roccuzzo suele estar asociada al glamour, los viajes exclusivos y el universo que comparte con Lionel Messi. Sin embargo, detrás de esa imagen pública se esconde una mujer que encontró en lo simple la clave de su bienestar. Entre películas, momentos familiares y costumbres argentinas, la rosarina construyó una rutina de pequeños rituales que le devuelven calma y alegría.
Uno de sus hábitos preferidos tiene que ver con la pantalla grande. Fascinada por el universo de Harry Potter, suele encontrar en esa saga un refugio para desconectarse del ruido mediático. Mientras para muchos se trata solo de entretenimiento, para ella se convierte en un puente hacia la nostalgia y un cable a tierra que equilibra la exposición de su vida diaria.
Otro de los pilares que definen su felicidad es el tiempo con los suyos. Más allá de los compromisos sociales y la vida rodeada de flashes, prioriza los momentos en casa, ya sea con desayunos compartidos, paseos simples o actividades en familia. Esa intimidad, lejos de los reflectores, representa su verdadera riqueza: estar cerca de quienes ama y atesorar recuerdos auténticos.
La tradición argentina también ocupa un lugar central. Nada la hace sentir más en casa que un mate bien caliente acompañado por medialunas. Ese ritual, que parece mínimo, es en realidad una manera de reconectar con sus raíces y disfrutar de la calma. Con cada ronda, encuentra un espacio de conversación y disfrute que la aleja del vértigo de la fama.
LOS RITUALES DE ANTONELA ROCCUZZO
Estos gestos cotidianos dibujan una versión distinta de Antonela Roccuzzo, una mujer que no necesita de grandes lujos para sentirse plena. Lejos de la frivolidad, su identidad se reafirma en la simpleza de esos rituales que cualquiera podría tener, pero que para ella son el secreto de la felicidad.
En definitiva, entre la magia del cine, el calor del hogar y el sabor de la tradición, la esposa de Messi muestra que la verdadera plenitud se esconde en lo cotidiano. Y en ese terreno, sus pequeños rituales la convierten en alguien más cercana, más real y, sobre todo, más feliz.