Alberto Cormillot y su arriesgada rutina de gimnasia aérea
A los 86 años, el reconocido médico y nutricionista Alberto Cormillot sigue desafiando los límites de la edad y los prejuicios con una energía que contagia. En sus redes sociales, volvió a sorprender al compartir un video donde se lo ve practicando gimnasia aérea, suspendido de un arnés, girando en el aire con los brazos extendidos y una sonrisa que lo dice todo.
“¡El finde pasó volando… y yo no me quise quedar afuera!”, escribió junto a la publicación, que rápidamente se llenó de comentarios de admiración y cariño. En el mensaje que acompaña el video, Alberto Cormillot reflexiona sobre el valor de mantenerse activo: “Moverse también es animarse a jugar, a probar cosas nuevas, a salir de lo común. Siempre lo importante es seguir en movimiento, con alegría y con curiosidad. Porque cuando el cuerpo se eleva, también lo hace el ánimo”.

Esta filosofía, que ha sostenido durante toda su carrera, se refleja en cada una de sus acciones, desde sus clases de tap y tango hasta sus acrobacias aéreas. La gimnasia aérea, disciplina que combina danza contemporánea, acrobacia y expresión corporal, suele estar asociada a cuerpos jóvenes y entrenados.
Pero Cormillot demuestra que la edad no es un límite, sino una oportunidad para reinventarse. “Hacer aéreo, de todas las cosas que hago, es posiblemente la que más me gusta”, confesó en una entrevista reciente.

Lejos de ser una ocurrencia esporádica, la gimnasia aérea forma parte de su rutina semanal. Cormillot entrena con la profesora Paula Illane, con quien ha desarrollado varias coreografías que ha presentado en muestras públicas. En una de ellas, incluso bailó al ritmo de “Tanguera” de Sexteto Mayor, colgado del arnés y recibiendo aplausos en un teatro.
Para lograr cada presentación, ensaya entre 30 y 40 veces. “Cuando te sale bien una coreografía, la sensación es de satisfacción. Y cuando no, te da un fastidio que ni te cuento”, confesó con humor. Su compromiso con el aprendizaje físico es aún más admirable si se considera que, según él mismo, no tiene “inteligencia corporal” y que nunca fue bailarín.
Desafío
“Mi desafío es hacer cosas en las que tengo que luchar contra mis propias barreras”, explicó. Además de su actividad profesional y deportiva, Alberto Cormillot comparte momentos familiares junto a su esposa Estefanía Pasquini y su hijo menor Emilio, de apenas tres años
. En sus redes, se lo ha visto acompañando al pequeño en su egreso del jardín, celebrando cada paso con emoción. “Es una alegría inmensa verlo crecer. Los sueños se van cumpliendo. No tengan ninguna duda”, escribió en una publicación reciente.
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