Alberto Cormillot se lanza al aire: su debut circense con 86 años
A sus 86 años, el doctor Alberto Cormillot vuelve a sorprender al público argentino, esta vez no desde un consultorio ni en una conferencia, sino desde lo alto de una carpa circense. El reconocido médico nutricionista debutará como artista invitado en el Circo Servian, acompañado por sus nietas gemelas Zoe y Abril, en un espectáculo que combina acrobacias, danza y emoción, con un fuerte componente solidario: ayudar a 50 niños que esperan ser adoptados.
Zoe y Abril, de 25 años, son hijas de Adrián Cormillot y nietas de Alberto Cormillot. Aunque comparten el apellido y el amor por el arte, sus caminos profesionales han sido distintos. Zoe, quien se hace llamar “Zeta”, estudia Artes Escénicas con enfoque en Circo en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y forma parte del elenco de la obra Fulanos en el Konex.
Practica disciplinas como cuerda lisa, acrobacia aérea y danza contemporánea. Abril, por su parte, se recibió de nutricionista en 2022 y trabaja en la Clínica Cormillot y en el programa Cuestión de Peso. Sin embargo, el arte también late en su sangre: actualmente cursa el segundo año de la carrera de circo, especializada en báscula, una disciplina acrobática que requiere precisión y fuerza.
Ambas comenzaron a practicar circo desde los cinco años, y han compartido escenarios con su abuelo en espectáculos anteriores. Esta vez, el desafío es mayor: actuar en el prestigioso Circo Servian, con una rutina que incluye monociclos, verticales y vuelos en arnés.
Lejos de los estereotipos que limitan la edad, Alberto Cormillot se ha convertido en un símbolo de vitalidad. A los 69 años comenzó a practicar tap, luego se animó al tango, y más tarde al aéreo, disciplina que requiere fuerza abdominal y coordinación.
En esta función especial, realizará pasos de tango y acrobacias suspendido en el aire, acompañado por sus nietas y guiado por sus profesores de gimnasia con arnés. “Esta no es solo una aventura personal. Es una invitación colectiva a repensar lo que creemos que es posible”, expresó Cormillot en sus redes sociales. Su mensaje, cargado de emoción y reflexión, se viralizó rápidamente y generó una ola de apoyo.
Ensayos, risas y complicidad
Los ensayos comenzaron hace pocos días, y según contaron Zoe y Abril a Revista GENTE, fueron una “locura hermosa”. En la carpa vacía del Servian, las gemelas se suben a sus monociclos, hacen verticales y se tientan cuando alguna tropieza. “Al abuelo lo seguimos siempre a todos lados. Pero justo en este caso fue una carpa de circo que nos atrae mucho a nosotras”, dijeron al unísono.
La complicidad entre ellas es evidente, aunque también reconocen que ser gemelas puede generar comparaciones. “Poder compararte con alguien que es exactamente igual a vos es inevitable. Pero nunca generó conflicto en nuestra relación”, explicó la nieta de Alberto Cormillot. Abril agregó: “Generalmente a una le sale un truco y a los días le sale a la otra. Nos damos tips, nos conocemos mucho”.
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