Ají de gallina: la receta peruana, más fácil y deliciosa, apta para principiantes de la cocina
Cuando hablamos de comida peruana, pocos platos despiertan tanto cariño y nostalgia como el ají de gallina. Este guiso —a base de pollo deshilachado y una salsa cremosa de ají amarillo con base de pan remojado y leche— logra combinar tradición, sabor y practicidad, resultando perfecto para compartir en familia o sorprender a invitados.
Para preparar un buen ají de gallina hay que empezar por cocinar la carne: se utiliza pechuga de pollo (o gallina) hervida hasta que quede tierna, para luego desmenuzarla. Mientras tanto, se prepara la salsa típica: pan remojado en leche —que aporta suavidad— y ají mirasol molido (o ají amarillo), junto con condimentos como comino, pimienta y ajo, dan la base aromática.
El sofrito es fundamental: cebolla pochada y ajo aportan profundidad al sabor, mientras que el ají infunde al plato su color característico y su picor delicado. Al integrar la mezcla de pan con leche con el caldo de la cocción, se obtiene una salsa cremosa, rica y ligeramente espesa. Luego se incorpora el pollo deshilachado, mezclándolo bien para que cada hebra quede impregnada de la preparación.
Tradicionalmente, el ají de gallina se sirve acompañado de papas sancochadas —que equilibran la potencia del ají—, y puede combinarse también con arroz blanco. Para completar la experiencia, se suman huevos duros y aceitunas de botija, que agregan textura, contraste y el sello clásico de la comida peruana.
Una de las razones por las cuales el ají de gallina sigue vigente —y se adapta tan fácilmente a cocinas de todo el mundo— es su flexibilidad. No requiere ingredientes difíciles ni técnicas complicadas: con productos accesibles y algunos pasos básicos, se puede lograr un plato sabroso, reconfortante y muy representativo de la gastronomía peruana.
Además, el ají de gallina representa tradición: forma parte del recetario criollo del Perú y simboliza la fusión de sabores e influencias que caracterizan a su cocina popular. Es habitual encontrarlo en casas, en reuniones familiares, en celebraciones y en la calle, preparado de formas tan variadas como creativas.
En definitiva, si buscás un plato que represente a la comida peruana en su esencia —sabroso, reconfortante, con historia y aroma— el ají de gallina cumple con creces. Es una receta ideal para quienes quieren acercarse a la cocina limeña desde cualquier lugar, con ingredientes comunes, una preparación práctica y un resultado que conquista con cada bocado.
Animarse a cocinar un ají de gallina es también celebrar una tradición de sabor: una receta sencilla que trasciende fronteras y une historias. Te invito a probarla, disfrutarla y compartirla: un plato clásico de Perú que tranquilamente puede convertirse en favorito en tu mesa.
