Cada año, a comienzos de octubre los pescadores que somos asiduos visitantes del Río de la Plata estamos ansiosos por saber cómo será la temporada estival, tanto con la pesca de bogas en los famosos malecones de Berisso como con los dorados, otro de los protagonistas en estos tiempos. Por eso, el pasado sábado 4 de octubre decidimos armar una escapada a aguas de nuestro rendidor estuario para conocer la actualidad del pesquero.

Visitamos Berisso y, en la marina, nos esperaban los amigos Fabián Calderón y Sebastián Ronin, guías que frecuentan este clásico pesquero conformado por piedras y palos que da origen al nombre de malecones. Allí en el fondo habitan colonias de mejillones que son el alimento preferido y natural de las bogas. En el caso de Sebastián, salió a pescar pejerreyes al igual que la mayoría de los guías presentes en esa jornada, sin embargo junto a Fabián decidimos ver si estaban las bogas. Sería una corta incursión en el río pero con la expectativa propia que despierta el inicio de la temporada.

Aprovechando una buena marea en las últimas dos horas de la bajante, nos atamos a los palos y practicamos la pesca de bogas empleando equipos de pesca muy livianos con cañas de 10/15 libras (1 libra: 450 g). Acompañamos con pequeños reeles rotativos del tipo huevito o frontales, aparejo de dos anzuelos bogueros número 2 y plomo de 60 gramos del tipo palito que se engancha menos. Rápidamente hubo respuestas de bogas que picaban en nuestras carnadas. Rindió el maíz remojado en vainillín, con la clave de solo poner uno o dos maíces para no perder tanto pique. También rindieron los daditos de salamín y la masa dulce con esencia de vainilla. Todos los encarnes en anzuelos tipo Maruseigo número 14. En tan solo 4 horas de pesca, obtuvimos varios ejemplares de bogas medianas lo que significa que estamos en presencia de una muy buena temporada de esta especie. Con el mismo maíz, también obtuvimos varios bagres blancos muy grandes.

A medida que cambió la marea y se afirmó la bajante, cambiamos los equipos por cañas más potentes de 15 a 25 libras y las líneas de fondo por los señuelos. Con esa artillería fuimos en busca de dorados cruzando el malecón al sur. En lo personal, elegí una mojarra BNV color blanco y rojo de paleta número 2 para realizar los lances entre los palos y traer rápidamente rozando el fondo. El señuelo posee la particularidad de tener anzuelos simples para evitar los enganches. Pudimos obtener un dorado y otro que se liberó en el potente segundo salto. Además mientras estuvimos pescando bogas tuvimos tres piques de dorados que comieron el maíz. Esto sirve como referencia para saber que las especies de verano ya están en estas aguas, y , sin dudas, Berisso merece una visita para ir por bogas y dorados, una pesca que hará estremecer las chicharras de los reeles.

Servicios:

• Sebastián Ronin. Tel.: (02214) 19-4449. 
• Fabián Calderón. Tel.: (02215) 08-6923.