Abel Pintos cautivó La Plata en Noches Capitales con un show que unió generaciones
La noche del 1° de noviembre, el Hipódromo de La Plata se iluminó para recibir a Abel Pintos, quien fue protagonista del ciclo “Noches Capitales”, el evento musical que ya se convirtió en un punto de encuentro entre artistas consagrados y público de todo el país. Con una puesta imponente, un sonido impecable y una energía contagiosa, el bahiense ofreció un recital que repasó las canciones más emblemáticas de su carrera.
El espectáculo comenzó puntual, con un estadio repleto que ovacionó al artista desde los primeros acordes de “Sueño Dorado”. Abel apareció en escena saludando con una sonrisa y un “¡Buenas noches, La Plata!”, que desató una oleada de aplausos. La banda lo acompañó con precisión, marcando un inicio cálido y emocionante.
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El segundo tema, “Espejo”, marcó uno de los momentos más vibrantes de la noche. El público enloqueció: algunos encendieron las linternas de sus celulares, otros comenzaron a lanzar espumas de cotillón que cubrieron el aire con destellos blancos, creando un efecto mágico bajo las luces del escenario. Abel sonrió sorprendido ante la postal y agradeció el gesto entre risas: “¡Qué hermoso verlos así, llenos de alegría!”, dijo.
Una lista de canciones que recorrió toda su historia
El concierto fue una verdadera antología de su repertorio. Temas como “Aventura”, “Creo en ti” —donde saludó y habló con el público—, “Como te extraño”, “Aquí te espero” y “Ya estuve aquí” marcaron un tramo más íntimo y melódico.
El clima cambió con “La llave” y “Sin principio ni final”, donde los asistentes cantaron al unísono. El sonido del público coreando esas letras se mezcló con la emoción del artista, que visiblemente conmovido agradeció varias veces la fidelidad de sus seguidores.
El show continuó con “El adivino”, “Todo está en vos” y “El hechizo”, donde el público bailó y aplaudió de pie. Pero la fiesta alcanzó su pico con “Camina”, tema que puso a todo el lugar de pie, sacudiendo el suelo del Hipódromo mientras Abel recorría de punta a punta el escenario, invitando al movimiento. Parejas, familias enteras, grupos de amigos: todos bailaban sincronizados. Era más que un concierto, era una comunión de generaciones que se reconocían entre sí.
La producción de Noches Capitales acompañó con una escenografía moderna, pantallas LED de alta definición y una iluminación que realzaba cada cambio de ritmo. La calidad del sonido, el trabajo de los músicos y la dirección escénica reforzaron la idea de un espectáculo de primer nivel, digno de los grandes escenarios internacionales.
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En el cierre, “Motivos”, “De sólo vivir” y “Y la hice llorar” fueron coreadas con fervor, generando una atmósfera cargada de sentimiento. El público levantó carteles, pañuelos y luces en alto, acompañando a Abel en cada verso. Con “Que me falte todo”, el artista se despidió con una sonrisa amplia y un “Gracias, La Plata, por tanto amor”.
Tras unos minutos de ovación, el músico volvió al escenario para los esperados bises. Interpretó “A-Dios” y “Piedra libre”, un cierre emotivo donde las luces del público formaron un cielo estrellado. “Hasta la próxima, mi gente querida”, dijo antes de abandonar el escenario en medio de una lluvia de aplausos y abrazos entre el público.
