A pesar del amague, la oposición no llega a sesionar en el Senado el próximo jueves



Ganas no faltan, pero la oposición tiene problema coyuntural para realizar una nueva sesión ordinaria en el Senado. El plan original del bloque de Unión por la Patria apuntaba a realizar una nueva demostración de fuerza en la Cámara Alta el próximo jueves, pero hubo dos factores que, al cierre de esta edición, aumentaron los obstáculos para concretarla: la inmediata cercanía de la veda, que arranca el viernes, los últimos actos de campaña en distintas provincias y la demora que le adjudican al presidente de la Càmara Baja, Martín Menem, para estirar el giro al Senado de los textos que aprobó Diputados en la última sesión.

El disparador de las intenciones opositoras para sesionar tres días antes de las elecciones del próximo domingo fue la reforma de la ley 26.122. La norma establece, desde 2006, el mecanismo de aprobación o rechazo de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). En los últimos tres lustros fue materia de distintos intentos para reformarlas. En el Senado se concretó el último, pero en Diputados sufrió un cambio que obligó su regreso al Senado. Si prospera el cambio, el Ejecutivo solo podrá redactar un DNU por un solo tema y no podrá realizar decretos “ómnibus”, es decir, de varios ejes a la vez, como el DNU 70/23. La norma inicialmente fue aprobada en el Senado e incluía un límite de 90 días corridos para que el Congreso se pronuncie. Si no era tratado en ese plazo, el decreto caía. Estaba en el artículo tres de la norma. Ese punto no fue aprobado en Diputados, sino que cayó en la votación en particular cuando el artículo tres no llegó a los 129 votos necesarios. Ahora vuelve al Senado. Pero Menem se demoró ocho días en concretar el giro y la oposición lo acusó de cajonear el texto. Tal como contó PERFIL, cerca del titular de Diputados negaron la versión, pero una parte del movimiento aportó sus resultados, porque le quitó la posibilidad a la oposición de sesionar mas lejos de la ultima etapa de los comicios del domingo. Menem se despegó de las acusaciones y en el Senado tampoco lo critican tanto. Más allá de los amagues por sesionar el jueves, en el panperonismo eligen mostrarse cautelosos. La pulseada por la reforma de los DNU es estratégica para el arco opositor, pero no fue evaluada como una iniciativa que tenga un impacto directo en los comicios legislativos del próximo domingo. “No parece que tengamos una chance concreta para sesionar el jueves, porque esta muy encima la elección, hay muchos senadores en campaña y otros acompañando. Por eso resulta muy dificil hacer ida y vuelta de sus provincias a Buenos Aires para una sesión asi. Esta todo muy encima de la veda y no hay urgencia particilar por sacar esto esta semana, porque es la ley de DNU, no un aumento en las jubilaciones”, confió a PERFIL una alta fuente del peronismo en la Cámara Alta.

Aunque en UxP admiten que cuentan con numeros para llegar al cuórum, pero siempre necesitan de aliados radicales y del PRO. En esa alquimia también pesan los gobernadores de Provincias Unidas, que ya habrían comunicado su desinterés por ponerle una sesión con derrotas a la Casa Rosada a tres días de los comicios donde se renovará un tercio del Senado y la mitad de Diputados.

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“Necesitamos sumar a los aliados y para eso necesitamos más tiempo. No tiene sentido apurar un proceso de reforma de la ley de DNU que ha llevado largos meses”, aseguró una senadora peronista. Desde tres provincias patagónicas resaltaron lo mismo. “La reforma de la ley 26.122 es importante pero nada que acelere los tiempos”, explicó una legisladora y otra arriesgó que la próxima sesión podría realizarse dos semanas después de los comicios, es decir, a mediados de noviembre.





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