La mañana del viernes 12 de diciembre arrancó agitada: durante la madrugada, el cantante Joaquín Levinton, de 50 años, sufrió un infarto agudo de miocardio mientras estaba dando un show en un local de la calle Dorrego, en el barrio de Palermo, y la premura de quienes advirtieron la situación y de los médicos que fueron llamados a actuar permitieron salvarle la vida. «Cuando cada minuto es decisivo, se actuó con eficiencia» se dijo para elogiar a los facultativos.

Por estas horas, Levinton continúa internado en la terapia intensiva (UTI) del Hospital Fernández, un centro hospitalario público «de primer nivel» ubicado en corazón del barrio de Palermo, a dos cuadras del «Parque Las Heras». Allí fue trasladado con urgencia después de que en pleno show se sintiera mal, acusara un fuerte dolor en el pecho y se descompensara. Estaba en la calle Dorrego, no muy lejos de allí.

«Los médicos del SAME que intervinieron se pusieron rápidamente en contacto con los del Hospital Fernandez, que prepararon el shockroom que se utiliza para este tipo de casos urgentes» informó el doctor Alberto Crescenti, titular del servicio de emergencias médicas porteño. Poco después, se supo que los primeros médicos que lo vieron «lo sacaron del paso» y una vez en el hospital «se le desobstruyó una arteria y se le colocó un stent».

«El paciente acusó un dolor precordial, un dolor de pecho intenso, con hipertensión, con sudoración, por eso convocaron al 107» informó Crescenti en un primer momento. Después, dio más detalles de cómo actuaron los integrantes del equipo médico que «sacó adelante» a Levinton. «0:52 acudió el equipo, empezó a compensarlo, sospechó inicialmente un compromiso cardiológico así que se se comunicó con el Hospital Fernández para que preparen el shokroom y se lo derivó», agregó después.

ASI LE SALVARON LA VIDA A JOAQUIN LEVINTON DURANTE LA MADRUGADA

Tras esos «primeros auxilios», Levinton fue trasladado en ambulancia rumbo al nosocomio, donde se le completaron los análisis de rigor, se constató que transitaba un infarto agudo de miocardio y que urgía realizarle la práctica que se conoce como «colocación de un stent», una suerte de tubito que libera las «arterias taponadas» y permite que la sangre vuelva a fluir por allí con normalidad.

«El Hospital Fernández ha aparecido un sindrome coronario agudo, está internado en terapia intensiva, se ha confirmado el infarto agudo de miocardio, está con hemodinamia y se ha compensado» remarcó Crescenti, quien destacó finalmente que «la rápidez de acciones posibilitó que este hombre salga del cuadro». Cuando la vida está en juego, cada minuto cuenta.